Harta del victimismo nacionalista
La semana en Guipúzcoa se ha abierto con la celebración del Debate de Política General en las Juntas Generales (Parlamento foral), donde una vez más hemos asistido al discurso monolítico del diputado general Markel Olano, centrado como siempre en legitimar a los batasunos y en reclamar la separación de España mientras intercala las palabras "democracia" y "paz" para que no parezca definitivamente que es el primer defensor de ETA en la provincia. Para Olano, correa de transmisión de Joseba Eguíbar en la Diputación, todo se reduce a reiterar machaconamente lo mismo: "Los vascos queremos que el Estado español reconozca la existencia del pueblo vasco como sujeto político y queremos que se reconozca su derecho a decidir". Básicamente, es lo que demandan todos los nacionalistas (del PNV a ETA) para seguir manteniendo el chiringuito en pie.
Por esa misma razón, el pasado sábado presentaron una propuesta "Batu Gaitezen" en donde defienden la unión de los nacionalistas (Lizarra) y se reclama la derogación de la Ley de Partidos (algún día nos explicaran el porqué de este empecinamiento si sólo van a apostar por las vías democráticas) junto con la legalización de Batasuna. Documento que ahora el EBB, es decir la ejecutiva del PNV a nivel territorial, viene a decir que con ellos eso no va, que es algo del PNV guipuzcoano, del PNV eguibariano, ya que el PNV urkulluano solo habla de paz y normalización de la convivencia. En román paladino, "da lo mismo que lo mismo da". Aunque nos quieran vender por enésima vez y simultáneamente lo de "las dos almas" del PNV.
Es tremendamente aburrido, o más bien frustrante, como estrellarse una y otra vez contra una pared, tener que diseccionar las premisas falsas de los nacionalistas para mostrar sus objetivos anticonstitucionales. De forma que cada día cobra más fuerza en mí la idea de la pérdida de tiempo y trabajo que supone tratar de contentar a los nacionalistas. Es imposible. Son como un pozo sin fondo. Y es un diálogo de sordos, el famoso frontón contra el que rebota cualquier razonamiento lógico. Al final, "es un sentimiento", alegan. Siempre se vuelve al inicio: "España opresora"; vascos buenos, vascos malos; gobiernos "de aquí" (los nacionalistas) y gobiernos "del Estado" (el resto). Siempre ellos frente a los otros, siempre en la ruptura, nunca en un proyecto compartido.
¿Algún día habrá alguien con peso suficiente y sentido de la responsabilidad que enarbole la necesidad de reformar la Ley electoral para poner a cada fuerza en su sitio? ¿Cómo es posible que todavía les reconozcamos una representación proporcional en el Congreso de los diputados superior a la que tienen en realidad? ¿Qué son por ejemplo 303.246 votos del PNV a nivel de toda España? Prácticamente nada y sin embargo son los que mantienen en el poder al Gobierno de Zapatero a cambio de más y más prebendas. Mientras, la Nación se va haciendo el harakiri. Que los nacionalistas sigan defendiendo sus objetivos, que lo hagan, pero no a costa de la inmensa mayoría de los españoles, que ya han demostrado, y durante mucho tiempo, más paciencia, talante y generosidad con los nacionalistas de los que cabría razonablemente esperar.
Esperemos que pronto haya un gobierno con una mayoría absoluta tan holgada que permita mandar a las pretensiones de los nacionalistas Catalibanes y Herricokaskos a que les sodomicen. Es un sueño, claro, la puñetera realidad la dijo en los 90 un oficial Croata a otro español: "En 20 años me veo en tu país haciendo lo que tu en el mio" Suerte Regina, la vamos a necesitar...
Se aproxima el 12 de Octubre, quería sacar la bandera de España al balcón; pero me lo estoy pensando. ¿Qué significa esta bandera para mí? ¿Qué me garantiza? Es la bandera de la nación discutida y discutible, la bandera bajo la cual no se garantiza la escolarización en español, ni las oposiciones en español; la bandera que entrega el dinero a destructores de la nación, la bandera de 5 millones de parados, la bandera del endeudamiento generacional, de las multas a comerciantes por rotular en español, la bandera del aborto y el aborto de las autonomías y su red clientelar y de corrupción, la bandera de treinta años soportando terrorismo. Todo eso ha sucedido con la bandera actual. Me temo que no va a ondear la bandera de la ignominia en mi balcón, es, para mí, un trapo carente de prestigio; no me representa, no me identifico con este desbarajuste. Si saco la bandera, seré cómplice.
Pecio, eso que dices de la bandera es falso. Eso solo es lo que corresponde AL ESCUDO. Saca la bandera, pero ponle el ESCUDO que le corresponde.
Buenas tardes; soy Germán Esteban Espinosa, estudiante de Periodismo en San Pablo-CEU. Estoy realizando un trabajo de investigación sobre la influencia etarra en la sociedad vasca, a través de las ikastolas y universidades: Si existe marginación al castellano; clima de presión a los profesores; propaganda independentista; deformación de la historia, etc etc. Para elaborarlo necesito ocntactar con fuentes especializadas; por ello; si estuviera usted disponible para concederme una entrevista, se puede poner en contacto conmigo a través de mi teléfono: 656956772 o de mi email: vohzd2@hotmail.com Lo que hablemos no será publicado; en caso de que usted quisiera que lo publicara; se publicaría en www.elrotativo.org Un Saludo
En contestación a Pecio y DasBoot en relación con la bandera. Precisamente aquellos que están empeñados en el hundimiento de nuestra nación han sido los primeros interesados en que los españoles adoptemos la actitud que predica Pecio. Como ejemplo de ello los nervios que les entraron cuando explosionó la marea de banderas durante el mundial, hecho que creó grandes preocupaciones en la clase política nacional y sobre todo la autonómica.¿Por qué? Sencillo, durante años han sido capaces de eliminar cualquier símbolo nacional de las manifestaciones políticas, culturales y populares, quedando únicamente como símbolo de lo militar más rancio. Por eso les sorprendió tanto la reacción popular española durante el mundial, puesto que lo creían enterrado y de repente apareció. Por esa razón, y aprovechando la inercia de aquellos días, creo que todos deberíamos impulsar ese orgullo de pertenencia a una nación, que aunque mal gobernada en la actualidad, podamos sacarla del agujero al que la han condenado y volvamos a verla ocupando el lugar que le corresponde. En cuanto a los escudos que figuran en nuestra enseña nacional, me es indiferente cual de ellos aparezca, puesto que uno es el de la Casa de los Austria, y el otro es Borbónico, aunque los ignorantes crean que el primero es franquista. Por eso "me da igual que me da lo mismo". Lo que ya no me da igual es que hallamos caído en el desánimo y perdido la "voluntad de vencer", que ha sido el elemento fundamental para conseguir la victoria en el combate. Os espero en aquellos lugares en que haga falta para defender nuestra bandera, que únicamente simboliza nuestra nación, a la cual llamamos España.
Hola: viva España, es decir, viva la cultura española y viva la libertad (y ánimo a cuántos, como usted, siguen peleaNDO POR DEFENDERLA y por defender los derechos y las libertades de TODOS). Sobre la libertad y su valor moral ha escrito páginas supremas Vargas Llosa y, con permiso, para quien le interese, sobre Vargas Llosa y la oportunidad e inoportunidad del Nobel, he escrito yo en mi blog. http://elblogdejoseantoniodelpozo.blogspot.com/ Saludos y gracias
Gracias por vuestros comentarios sobre la bandera, he reflexionado sobre ellos; sin embargo este año no la he lucido y no me arrepiento. Me compraré otra bandera sin escudo, sólo con nuestros colores. El escudo constitucional es optativo, y yo ya he optado por no exhibirlo.
Rojo y oro http://www.youtube.com/watch?v=8BuQD7K2Hsg