Mariano Rajoy utilizó una metodología muy similar a cuando estaba en la oposición para preparar el Debate sobre el estado de la Nación. Salvando las enormes distancias, el presidente ha vuelto a valerse de los consejos de Pedro Arriola, su sociólogo de cabecera; Jorge Moragas, su jefe de gabinete; y Carmen Martínez Castro, secretaria de Estado de Comunicación. En este caso también ha sido decisivo el papel del responsable de la Oficina Económica, Álvaro Nadal.
Si en la época socialista reclamaba argumentarios a cada una de las Áreas del PP, en esta ocasión lo ha hecho a los ministerios. El trabajo ha sido intenso, con un reparto de papeles que ha continuado hasta cerca del día del debate. Se han llevado a cabo reuniones entre los miembros de los diferentes gabinetes con el equipo de la Moncloa.
El formato de la intervención del presidente constará de dos partes. Por un lado, una intervención inicial de dos horas. En él, hará balance y anunciará las próximas medidas de su proyecto reformista. Después, utilizará las ya famosas fichas en las que han participado todos los departamentos, y sobre las que ha estado trabajando en las últimas horas. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha encargado del apartado sobre la regeneración democrática.