La vicepresidenta sacó los colores al PSOE ante la ruptura escenificada en la víspera en el Congreso de los Diputados. "Qué difícil debe ser controlar al Gobierno cuándo se ha perdido el control de la bancada", le espetó a Soraya Rodríguez, que centró su ataque parlamentario en las últimas novedades sobre Luis Bárcenas, extesorero del PP.
En el Gobierno están muy preocupados con la deriva del PSOE. No es que constaten que "no tiene líder", sino que ha dejado de ser "un partido nacional". Soraya Sáenz de Santamaría no pudo ser más clara en un nuevo rifirrafe muy duro tanto en las formas como en el fondo: "Se están aislando de los consensos básicos", radiografió, en relación a la incapacidad de Ferraz de controlar a los diputados del PSC que rompieron la disciplina de voto.
Cargos populares recuerdan que Mariano Rajoy decidió acabar con el pacto con Unión del Pueblo Navarro (UPN) en la pasada legislatura toda vez sus dos diputados, que estaban incluidos en el Grupo Popular, decidieron votar en favor de los Presupuestos del anterior Ejecutivo. "Tomó la decisión que nuestro discurso tenía que ser el mismo en todas partes", se argumenta.
En todo caso, el cisma en el PSOE es más grave, a ojos del Ejecutivo. Lo es porque "cuando se discute por la unidad de España no es oportuno dividirse", remató Sáenz de Santamaría.