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La inacción de Génova eleva la tensión interna en el PP

La dirección no logra acordar las acciones judiciales contra Bárcenas, y opta por el silencio. Tras maitines, nadie compareció en Génova13.

La dirección no logra acordar las acciones judiciales contra Bárcenas, y opta por el silencio. Tras maitines, nadie compareció en Génova13.

El PP entró en una fase de parálisis "impropia" de la formación que sustenta al Gobierno, en voz de uno de sus ministros. "Si alguien piensa que a este partido se le puede amedrentar con técnicas de agitación se equivoca, este partido se va a defender", proclamó hace un mes Mariano Rajoy ante su Comité Ejecutivo, en el que ya por entonces cundía el temor y el desconcierto. Ante su cúpula y barones autonómicos, afirmó: "No vamos a quedarnos con los brazos cruzados", y de ahí que ordenara a los servicios jurídicos una respuesta en los tribunales.

Desde entonces, la guerra soterrada con Luis Bárcenas se ha hecho pública, y el extesorero ha tomado la delantera. Primero, presentando una demanda por despido improcedente y, después, por robo de ordenadores. Un intento de "chantaje" al que la dirección nacional ha respondido con un silencio que se volvía clamoroso este lunes, al no comparecer ningún cargo al término del Comité de Dirección, presidido por María Dolores de Cospedal.

Todo parecía indicar que las acciones judiciales estarían resueltas, y serían anunciadas. "Vamos a recuperar la iniciativa", coincidían el viernes pasado varios portavoces, tras una semana aciaga. Pero no fue posible poner de acuerdo al núcleo duro del PP, hasta el punto de que la palabra de la secretaria general, que puso como plazo máximo este lunes, quedó en agua de borrajas.

Los esfuerzos se afanan en la demanda que quieren interponer "en nombre del PP", y que pretende incluir a todos los dirigentes, incluidos miembros de otras direcciones como Ángel Acebes o Rodrigo Rato. Hay división sobre contra quién se debe actuar: sólo contra Bárcenas o también contra medios de comunicación, desde El País a El Mundo pasando por La Sexta y Telecinco. "Poner de acuerdo a todo el mundo no es fácil", admite una de las partes implicadas, que desvela que "existe quienes ni tan siquiera quieren incluir" al que fuera responsable de las finanzas de Génova.

No ponen fecha a la demanda

Lo único seguro, se afanaron en repetir portavoces autorizados, es que las acciones judiciales llegarán. Si bien, a diferencia de la semana pasada, no se pone fecha. "Lo lógico", añaden, es que sea antes del lunes once, cuando Rajoy presenta a Cospedal en un desayuno informativo. "Tiene que ser una demanda que esté bien atada, que sea admitida a trámite y que llegue a buen puerto. La número uno de las demandas", afirmaron oficialmente, intentando justificar que se esté tardando tanto en el anuncio.

Así, con maitines sin ponerse de acuerdo, la cúpula del PP optó por el mutismo. Hubo reunión de hora y media del Comité de Dirección, pero no rueda de prensa posterior. Ni de Cospedal, ni tampoco de Carlos Floriano, el número tres de la formación. Optaron por evitar a los periodistas, por segunda vez en tres semanas.

Por supuesto, tampoco se dieron explicaciones de todo lo demás. "Así estamos", resumió gráficamente un integrante de dicho órgano. "La comparecencia del pasado lunes salió mal. Y hoy no teníamos nada nuevo que ofrecer, ése es el problema. Ante esa tesis, han decidido que nadie salga. El marrón no se lo iba a comer Cospedal, y Floriano habrá dicho que tampoco", analizaba un diputado popular. El partido era un mar de incredibilidad e indignación creciente.

Reducida agenda del presidente

Una afonía a la que también se acoge el presidente, cuya última rueda de prensa fue en Bruselas, el pasado nueve de febrero. En su agenda para esta semana sólo destaca su participación en la sesión de control al Gobierno en el Senado, que se celebra este martes. El equipo de Rajoy ya anunció lo que, por otra parte, era un secreto a voces en el PP; que no presentará una querella contra el extesorero amparándose en su calidad de presidente del Gobierno.

La única que ha actuado contra él ha sido Cospedal, así como contra el rotativo de Prisa. En el Ejecutivo se comen las uñas ante la incapacidad del PP de dar respuesta a la crisis: "Estamos dando una imagen muy mala en un momento muy complicado", en voz de un ministro. Ya antes del enésimo portazo a los medios, un alto cargo reconocía que todo empezaba a parecerse a "un esperpento".

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