El presidente lleva vendiendo durante días la importancia del Consejo Europeo que se celebra en Bruselas. A la cita llega con el apoyo expreso del líder de la oposición, que especificó con una reunión en Moncloa. Prácticamente todo el Congreso de los Diputados le respaldó en su "batalla" comunitaria. La música suena bien para los intereses españoles: en los próximos dos años, el Ejecutivo podrá contar con hasta 2.000 millones de euros. Pero, pese a todo, Mariano Rajoy evitó a los periodistas a su entrada.
No es la primera vez que esto ocurre, pero se dio una circunstancia excepcional. El jefe del Ejecutivo adelantó su llegada a la cumbre cerca de una hora con respecto a la agenda ofrecida por la Moncloa a los periodistas. Se esperaba su entrada a las 16:20, pero lo hizo a las 15:30. Esto provocó que la inmensa mayoría de informadores nacionales no estuvieran esperándole.
Pese a todo, los medios internacionales le reclamaron para que hiciera una primera declaración, pero no se acercó. "Buenos días", fueron sus únicas palabras. Por el contrario, sus homólogos británico, David Cameron, o alemana, Angela Merkel, sí atendían brevemente a los periodistas.
Un silencio que cobraba especial notoriedad habida cuenta de las informaciones que llegaban desde Madrid, y de las que el presidente es plenamente consciente, en relación al caso Bárcenas.