La presencia de Pedro Arriola en los papeles de Luis Bárcenas se convirtió, casi de inmediato, en tema de conversación dentro del PP. Su mera figura ya es motivo de análisis habitual en las filas populares, consecuencia de la enorme influencia que se le presupone en Mariano Rajoy. Él es, según dicen, uno de los ideólogos de la estrategia del presidente para tratar de aplacar el desgaste generado por el que fuera tesorero, lo que le ha valido más de una crítica en sectores de la formación.
Lo que nadie duda, una vez analizados los documentos publicados por El Mundo, es que Rajoy vaya a dejarle caer. "Imposible", creen, "porque su papel en la política del Gobierno y el PP es fundamental". Pocos apuestan por que, de forma regular, pudiera haber recibido en negro. "Cobra tanto dinero, recibe una cifra con tantos dígitos, que no necesita sobres", es el análisis más extendido en los círculos populares. Otra cosa es que, en algún momento puntual, recibiera "algo" al margen de los cauces legales, pero es más una suposición que otra cosa. Nada que fuera constante en el tiempo, inciden: "Eso es imposible".
Sus próximos, incluso sus detractores, reconocen que Arriola "podría estar haciendo cualquier cosa en política" pero ha querido mantenerse al margen. "Hoy sería ministro, seguro, pero él prefiere estar como está". Esto es, ejerciendo de cabeza pensante, de gurú imprescindible para Rajoy, que en la oposición le lleva a sus encierros con la cúpula para pergeñar la estrategia. "Su sueldo es muy alto porque siempre ha sido un asesor muy cotizado", destacan. Antes de trabajar para el partido hoy en el poder estuvo en Telefónico o en la CEOE. José María Aznar le fichó y con Rajoy creció y creció su enorme influencia.
Génova compra los servicios de Arriola, que tiene una empresa externa como sociólogo y politólogo. "No tiene un sueldo en el partido", recalcan. La cocina de las encuestas es de lo más valorado por Rajoy, a pesar de que muchos cargos en la formación siempre han criticado que le tiene demasiado valorado. "Es una empresa externa que nos sale muy cara", reconocen. Pero "es lo que hay, Rajoy confía mucho en él".
Su influjo le ha valido más de un encontronazo con miembros del cinturón más próximo a Rajoy; sabe que tiene enemigos en casa, pero parece no importarle. Su mujer es Celia Villalobos, vicepresidenta primera de la Mesa en el Congreso de los Diputados, a la que se le ha permitido incumplir la disciplina de voto del Grupo Popular sin amonestación. Preguntada por los hechos que se le imputan a su marido, contestó en los pasillos del Senado: "Todo lo que diga el señor Bárcenas yo lo pongo muy en cuestión (...) No tengo absolutamente nada que decir. No me interesa nada".