Con un brazo sostienen al Gobierno del PSOE y con el otro critican su corrupción. Izquierda Unida ha demostrado que sí es posible hacer el refrán castellano de "estar en misa y repicando". Desde que se conoció la dimisión de Griñán, sus cargos han salido para relacionar o anticipar una imputación del actual presidente andaluz. El mismo al que votaron en su investidura.
El máximo responsable de IU a nivel nacional, Cayo Lara, le puso la puntilla a las pocas horas de que anunciara su marcha. En una entrevista en una radio vasca, el manchego aseguró que veía "razonamientos suficientes" para imputar a Griñán por los ERE. "Es un caso clarísimo de corrupción y donde todos los que la hayan hecho, la tienen que pagar tanto política como penalmente", no obstante, aseguró que eso le corresponde a la juez.
Su antecesor en el cargo, Gaspar Llamazares, actual diputado raso, también ve "una asunción implícita de responsabilidad política derivada de los ERE en la marcha del todavía presidente de la Junta de Andalucía. "Creo que se debería poner en valor que cuando no has podido vigilar o elegir a tus subordinados, las acciones u omisiones de ellos te corresponden", ha afirmado. Por si quedaba alguna duda, y amparándose en la voz popular, el ex coordinador general ha asegurado que "si se hace una encuesta, la mayoría de la sociedad hace una relación directa entre la decisión de Griñán y el proceso de los ERE".
La situación llega a tal punto que el número dos del Gobierno, el comunista Diego Valderas, llegó a afirmar que la marcha de su todavía jefe se produce por la corrupción. "Todo cuenta y pensar que los ERE no han influido sería negar la realidad", decía en una entrevista en la SER el mismo día del anuncio de la dimisión.
En una pirueta espectacular, Izquierda Unida demuestra que es capaz de criticar y , a la vez, apoyar al Ejecutivo. "No sería de recibo que por cuestiones que afectan exclusivamente a un partido, hubiera elecciones", decía el vicepresidente andaluz en la misma entrevista. Lejos quedan los tiempos en los que Valderas le decía a Griñán "tiene dos opciones, o dimitir o cesar a su consejera". Para Lara o Llamazares ahora lo principal es la "responsabilidad", es decir, sostener al Gobierno y "un programa que cumplir".