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Rajoy tranquiliza a sus ministros: no habrá crisis de Gobierno

Los ministros han recibido de Rajoy un mensaje: no tiene intención de hacer cambios. Cañete sí podría ir a Europa. El respaldo a Wert es "total".

Los ministros han recibido de Rajoy un mensaje: no tiene intención de hacer cambios. Cañete sí podría ir a Europa. El respaldo a Wert es "total".
Rajoy presidiendo un Consejo de Ministros | Archivo

Los ministros respiran más tranquilos. Tienen la convicción de que los cambios en el gabinete serán mínimos de aquí hasta que termine la legislatura. Esto es, y a pesar de los insistentes rumores, que Mariano Rajoy no abordará una crisis de Gobierno. Y no lo dicen porque sí: según varias fuentes consultadas, el presidente les ha transmitido ese mensaje de confianza.

Cada vez que uno de sus ministros ha sido puesto en tela de juicio, Rajoy le ha respaldado sin titubeos. "¿Sigue manteniendo la confianza en Ana Mato?", le preguntaron en Bruselas con la ministra en las portadas por su presunta implicación en la trama Gürtel. "Absoluta confianza. Está haciendo las cosas muy bien y espero que lo siga haciendo durante mucho tiempo", contestó seco. Parecida respuesta dio sobre Cristóbal Montoro -que calificó de "magnífico ministro"- y, más recientemente, sobre el cuestionado sobre Ignacio Wert. "Tiene mi pleno y total apoyo", zanjó el martes desde París sobre el titular de Educación.

El presidente suele decir que los políticos se ganan el sueldo en momentos "duros" como estos y no "cuando se inauguran líneas de AVE y autovías", y lo tiene en cuenta. Por ello, además de refrendar en sus puestos a los ministros más tocados, elogia sus reformas. En próximas semanas, seguro antes de que termine el año, Alberto Ruiz Gallardón llevará al Consejo de Ministros la reforma de la ley del aborto, y a buen seguras el texto recibirá críticas y su nombre estará en la palestra. Si se le pregunta, también le elogiará.

A sus ministros, Rajoy quiso transmitirles un mensaje de confianza, según varias fuentes consultadas. Un compromiso de que no tiene intención de hacer una remodelación: estarán al frente de sus carteras por cuatro años -toda una legislatura-. Cuando Mato hizo el amago de marcharse, en plena vorágine Gürtel, él le dijo que no se preocupara, que lo estaba haciendo muy bien y que aguantara el chaparrón. Tampoco quiere que se vaya Wert: "Si se lo pide, tratará de convencerle para que se quede", interpretan en el Gobierno. Cosa distinta es que tenga que hacer un cambio puntual.

La posible salida de Arias Cañete

En verano, varios ministros mostraron en privado sus temores ante la posibilidad de una crisis. Se habló de una fecha concreta: Semana Santa, víspera de las elecciones europeas. Ahora, nadie ve próxima esa posibilidad, aunque la última palabra la tendrá siempre Rajoy. Lo que no descartan las fuentes consultadas es la salida de Miguel Arias Cañete, el ministro mejor valorado y con pretensiones a comisario europeo. Antes o después se prevé su marcha a Bruselas: o como cabeza de cartel del PP -en sustitución de Jaime Mayor Oreja- o para ir directamente al puesto comunitario -que es lo que él preferiría, según interpretan-.

No hay ministros que quieran ir en la lista europea -sí varios barones autonómicos, como es el caso del murciano Ramón Luis Valcárcel- ni mucho menos que busquen disputar al PSOE una plaza autonómica y local. Así, se descarta al más alto nivel que Soraya Sáenz de Santamaría pudiera ser el recambio de Ana Botella en Madrid. Tampoco se atisba como factible que José Manuel García Margallo pudiera apartar a Alberto Fabra en la Comunidad Valenciana.

Rajoy mantendrá a su gabinete, según quienes tienen interlocución directa con él. Lo cierto es que los ministros parecen más relajados, a excepción de Wert, que sufre una crisis continua en el tiempo y tiene que leer como hay cargos del PP que reprueban su gestión en Educación. Públicamente, el apoyo sí es cerrado.

Tampoco cambios en Génova

La lectura que hacen en el Gobierno sobre la lejanía de una crisis gubernamental es compartida en el PP. Allí, quienes llevan años trabajando con Rajoy, lo han dicho cada vez que los rumores arreciaban: "Me cuesta creerlo", era una respuesta repetida. Quienes pudieran conformar el banquillo tampoco atisban posibilidades de recambio.

Un continuismo que también se prevé para Génova. A pesar de las voces que instaron -siempre en privado- a cambios en la cúpula, Rajoy se resiste. "Por supuesto, mantengo mi confianza en la señora Cospedal. No tenga la más mínima duda, es una magnífica secretaria general", afirmó tras el careo judicial de su número dos con Luis Bárcenas. En la cuerda floja también ha estado -y todavía no se ha recuperado del todo- Javier Arenas: "Siguen teniendo muy buena relación", replican. Habrá cambio forzado en el PP de Andalucía, antes de la convención nacional del próximo año, y los populares se definen divididos sobre la posibilidad de que Mayor repita como número uno -en cambio, nadie descarta el ofrecimiento del presidente para formar parte de la lista-.

El propio Rajoy lo ha dicho tanto en público como en privado: si por él fuera, no realizaría ningún cambio hasta el final de la legislatura. Pasados casi dos años de Gobierno, los ministros ven más lejos los fantasmas de crisis. La dirección del PP tampoco espera movimientos; este mismo lunes, Cospedal aseguró que cuenta con el apoyo del partido.

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