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Rajoy se resiste a endurecer su discurso contra Mas y apela a la unidad

El presidente evita el choque. Defiende la unidad nacional, pero no se refiere a la consulta. "Trabajaré para acentuar lo que nos une", afirma.

El presidente evita el choque. Defiende la unidad nacional, pero no se refiere a la consulta. "Trabajaré para acentuar lo que nos une", afirma.
Mariano Rajoy, este sábado en Murcia, con Valcárcel | Tarek

Mariano Rajoy enarboló la bandera de todos ante un público entregado, pero se resiste a endurecer su discurso. Mientras partidos como UPyD y Ciudadanos hablan abiertamente de "sanciones", el Gobierno descarta pronunciarse sobre "hipótesis" y recuerda que todavía nada es ilegal. "España es una historia de éxito. A veces no somos consciente de lo que hemos hecho", proclamó el presidente en Murcia, donde no se le escuchó la palabra "consulta". Para él, su declaración del jueves es lo suficientemente clara: "La consulta es inconstitucional y no se va a celebrar", prometió a la opinión pública.

Sin embargo, dos días después, la Generalidad lejos de achantarse da muestras de que va en serio hasta el punto de que elabora el censo para el acto ilegal. El presidente y su gabinete creen que, al final, no se celebrará y se irá a unas elecciones plebiscitarias. Y de ahí que Rajoy evite las grandes advertencias a pesar de que sectores próximos –políticos y mediáticos- le reclamen más contundencia.

Por ahora, el presidente se centró en articular un discurso nacional al gusto de su base electoral. Algunos de los presentes quisieron recordar el tono y el fondo de otros tiempos, cuando el debate era el estatuto catalán. Si bien, en esta ocasión, no hay ataque político, si no una petición de estar todos juntos y hacer de profesor de historia. A los españoles, Rajoy les pidió que se sientan orgullosos de todo lo conseguido: "En los últimos 50 años sólo dos países han crecido más que España. Somos un país maravilloso, para nosotros el mejor, es de los mejores del mundo", afirmó.

Unos 2.500 militantes -algunos con banderas españolas- le aplaudieron a rabiar cada vez que se refería a la vertebración del país. Rajoy defendió la vigencia de la Constitución, pese a que en su aniversario no cerró la puerta a una modificación consensuada con el PSOE y diera la impresión de que estuviera negociando. "Derechos y libertades, bajo su amparo hemos trabajado como nunca", destacó. . Para el presidente, "siempre ganamos cuando somos grandes" y "eso es lo que queremos seguir haciendo".

El escenario, un acto de partido y homenaje a Ramón Luis Valcárcel -que dejará la presidencia de Murcia en abril para formar parte de la lista electoral europea-, se prestaba a crítica dura y clara contraArtur Mas y sus intenciones, pero no la hizo. "No voy a trabajar para acentuar las diferencias, voy a trabajar para acentuar lo que nos une después de tantos siglos juntos y lo que tenemos por delante", fue el titular que rápidamente ofrecieron la mayoría de medios. Esto es, no crispar más el ambiente con amenazas. "Ahí es donde va a estar el presidente del Gobierno", quiso enfatizar.

No lanzó un mensaje claro a Mas ni se refirió a la consulta. "Yo ya fijé claramente mi posición", repitió en varias ocasiones. "Todos conocéis mi posición y no voy a reiterarla ahora. España es la nación más antigua de Europa, la primera nación de Europa en conseguir su unidad. Lo que sea España es una decisión que no corresponde al presidente o al parlamento, corresponde a todos los españoles que son los que tienen la soberanía nacional. A todos", argumentó, de nuevo recibiendo una sonora ovación.

Llegado el momento, el Gobierno actuará, según las fuentes consultadas. Pero no quieren precipitarse. Toca el perfil bajo. El presidente busca tender puentes y tratar de reconducir la situación, aunque sea difícil. Tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta quiso dejar claro que el Estado seguirá ayudando económicamente a Cataluña ante la "irresponsabilidad" de la Generalidad. "Seguiremos trabajando para fortalecer los lazos económicos, sociales y afectivos", insistió Soraya Sáenz de Santamaría. En lo que Rajoy no estará es en la negociación o admisión de la consulta, recalcan. Moderación, pero "en el fondo contundencia", según sus próximos.

Así, pese a la amenaza secesionista, Rajoy también centró su intervención en la situación económica, que sigue siendo -según apunta- su principal preocupación. "Ya queda menos", auguró a los presentes, que no pudieron evitar la carcajada cuando pronunció su ya mítico "fin de la cita". El presidente resumió los principios del PP en una frase: "Libertad, igualdad, amor a España y personas".

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