Su implicación es clara y no tiene reparos en participar en un acto del Partido Popular que tiene por objeto rebatir con datos "las quimeras" de Artur Mas y sus socios de gobierno. Una vez más, el presidente de Freixenet rechazó la secesión y dio a entender que son mayoría los empresarios y catalanes en general que también están en contra. "Somos tantos que será muy difícil dividirnos", aseguró ante decenas de cargos populares.
José Luis Bonet respondía a la pregunta que hacía Jorge Moragas, que tampoco suele prodigarse en este tipo de escenarios. "¿Es un buen negocio la independencia?", planteó el secretario de Estado de Presidencia. "No la contemplan la economía ni los mercados", respondió Bonet sin dudarlo.
En todo caso, el responsable de Freixenet sí que admitió que "puede haber algún tema concreto y menor que sí puede afectar, como decir este tipo de cosas". Esto es, que mojarse en favor de la unidad nacional puede afectar al consumo de sus productos en Cataluña. Si bien, se reafirmó en su tesis.