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Los barones del PP aparcan sus reivindicaciones en la comida con Rajoy.

"Hemos hablado más de lo humano que de lo divino", resume el anfitrión, Juan Vicente Herrera.

Todo transcurrió a cual "comida de amigos", sin sobresaltos. Mariano Rajoy almorzó con sus barones autonómicos y nada rompió la tranquilidad. Y ello a pesar de una semana de renuncias y convulsión interna y con el Gobierno en plena negociación de la financiación autonómica, que meses atrás provocó fricciones entre las comunidades del PP.

A pesar del contexto, en la comida con el presidente reinó a la paz interna. Rajoy no tomó la palabra por lo que cada cual conversó con quién tenía al lado. "Bien, aburrida, sin titulares", resumía uno de los asistentes. "Lo mejor, la comida", bromeó en conversación informal Ramón Luis Valcárcel, que rechazó que se hubiera hablado de la candidatura europea.

"Ha sido un pequeño rato de encuentro y de paréntesis en una jornada que ha sido muy intensa", en palabras del anfitrión, Juan Vicente Herrera. A la cita también asistió María Dolores de Cospedal y sus vicesecretarios generales. "Hemos hablado más de lo humano que de lo divino", ofreció Herrera como titular.

Esperanza Aguirre y Arantza Quiroga coincidieron en un lado de la mesa, pero no hablaron del "tema", en relación a la política antiterrorista. “No ha tenido contenido. Ha sido una comida entrañable pero no se ha hablado de temas importantes ni se han tomado decisiones de ningún tipo”, coincidieron varias fuentes.

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