No es ningún secreto. La relación entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba nunca ha sido mala. Y fue a mejor en los últimos dos años, cuando la ofensiva separatista en Cataluña fue tomando forma. El presidente ha elogiado de él su sentido de Estado en esta cuestión, y en otras tantas. Según ha dicho en varias ocasiones sobre el órdago de Artur Mas, "en lo esencial" han están de acuerdo.
Los dos principales líderes políticos del país han despachado bastante más de lo que se ha publicado. Y se entienden. Así ha quedado de manifiesto a la ahora de abordar el espinoso asunto de los nombramientos, principalmente en el poder judicial. Los contactos telefónicos también han sido muchos: ambos se informaban sobre aquellas cuestiones que consideraban capitales. No se rompió el contacto ni a pesar del caso Bárcenas, el momento más delicado.
En plena crisis económica, con la prima de riesgo desbocada y el bono a diez años en máximos, hicieron piña. La política antiterrorista ha quedado fuera del debate público gracias a un pacto tácito y, sobre Cataluña, Rajoy y Rubalcaba coinciden en que la consulta es del todo ilegal y que la última palabra siempre la tendrá el conjunto nacional.
En este contexto, y tras su anunciada marcha, el presidente no dudó en dedicarle buenas palabras. "Siempre ha intentado acertar", aplaudió sobre el líder de la oposición, con quién habló después de su rueda de prensa del lunes. La conversación responde "a una mínima educación y decencia política", según recalcó, si bien no dudó en admitir "posiciones comunes" en asuntos como la UE.
"Algunas cosas buenas ha hecho en su vida política y otras malas, pero eso como cualquiera. Le deseo que le vaya muy bien", resumió en declaraciones desde Bruselas, antes de reunirse con los líderes comunitarios.
Con el debate sobre la idoneidad de una gran coalición encima de la mesa, no pocos cargos del PP veían a Rubalcaba como un actor clave para conseguir un acuerdo con el PSOE. Ahora, dicen, hay que esperar acontecimientos. En todo caso, desde el partido en el Gobierno se le arropó a pesar de ser adversario político. "El PP le va a echar de menos", ofreció Pedro Arriola como titular de la mañana. Y añadió: con él como presidente "dormiría tranquilo". Sólo horas después del anuncio, María Dolores de Cospedal fue políticamente correcta y no hizo crítica alguna. Y, en el transcurso del Comité Ejecutivo, Rajoy únicamente se refirió a la "noticia" para advertir de la fragmentación del voto de izquierda. Su marcha es "es un gesto de dignidad", destacó Esperanza Aguirre.
Defensa del bipartidismo
Por lo demás, en la que fue su primera declaración pública tras el 25-M, Rajoy dijo "entender" a las personas que "en su día nos dieron su confianza y ahora nos la han retirado", aunque reiteró su confianza en el sistema. "No olvidemos que, en esta ocasión, los ciudadanos han seguido diciendo PP y PSOE" aunque "bajándonos los apoyos". Y se extendió en esta tesis vinculando el bipartidismo al bienestar: "donde hay más estabilidad política, progreso y bienestar es en los países con grandes partidos, moderados y centrados", afirmó. Citó como ejemplos a Alemania y Estados Unidos.
"En la grandes cuestiones no nos estamos equivocando", proclamó ante la cúpula del PP este mismo lunes. En opinión del presidente, irán recuperando la confianza de los ciudadanos una vez se asiente la recuperación económica. "Espero que la gente comprenda al final que no hemos tomado decisiones caprichosas ni que respondieran a prejuicios ideológicos, sino que lo que intentamos fue defender los intereses generales en una situación muy difícil", destacó. "Lo mejor", auguró, llegará en lo que resta de legislatura.
Hecho el diagnóstico, el presidente rechazó una crisis de Gobierno como consecuencia del resultado electoral. "No he pensado hacer ningún cambio. El Ejecutivo a trabajado bien y con gran intensidad. A veces, hay cosas complicadas que no se ven", precisó en declaraciones a los periodistas. Mientras, la dirección nacional insistió en la elaboración de ese prometido plan de acción que verá la luz tras las vacaciones de verano.