Rodeado por más de 200 militantes en un abarrotado sótano de la agrupación socialista de Alcorcón, símbolo del socialismo del cinturón rojo madrileño –hoy gobernado por el PP-. Así ha querido Pedro Sánchez hacer el anuncio formal de su candidatura a la Secretaría general del PSOE de cara al Congreso de Julio.
Un acto en el que, sin mentar a su contrincante Eduardo Madina, dejó claro que quiere debate, confrontación, cara a cara con su oponente. "Pido a la dirección federal que promueva debates entre los candidatos. Un debate en todas las provincias de España, ¡uno en todas!", dijo recibiendo la ovación de los presentes.
Con una advertencia: "Yo soy profesor de Economía", y "no hay nada más ideológico que la Economía", que, a su juicio, "es dónde se traza la raya entre la dignidad de trabajadores, la distribución de la riqueza, cómo cobrar los impuestos y a quien". Prometió por ello un "cambio con cabeza y con corazón", y un "pacto generacional", no un relevo generacional como proponen otros.
"Mirad compañeros yo no me presento como el adalid de un relevo generacional sino como el promotor de un alianza entre generaciones porque es lo único que vamos a poder tener para salir de esta grave situación que atraviesa nuestra querida España".
El suyo es un proyecto "de unidad". Un "Congreso de unidad", será su lema para el Congreso de julio. "Todos somos importantes los militantes de base y los dirigentes. Debate sí, pero unidad. Competición sí, pero entre compañeros. Congreso del cambio y de la unidad. Yo trabajare por eso, ¡trabajemos por el cambio y la unidad!".
Puesta de largo con un colofón final: "os propongo que emprendamos un nuevo camino. Y al presentar mi candidatura al PSOE tengo el ánimo de trabajar con todos para que sea el comienzo de un partido unido en su voluntad real de cambio. Este es mi compromiso y ésta es mi voluntad y os digo: tengo una certeza: creo que vamos a conseguirlo".