Ya no es "sólo Esperanza Aguirre", como suelen decir en la dirección nacional para restar importancia a su diagnóstico. Desde las elecciones europeas, el goteo de presidentes autonómicos del PP instando a recuperar el debate ideológico ha sido una constante. La última, la siempre ponderada Luisa Fernanda Rudi. "Seguramente debamos de modificar el enfoque general de nuestro discurso", destacó en presencia de Soraya Sáenz de Santamaría.
rnrnLos líderes regionales admiten en privado que observan cierto "cambio" en el discurso de Mariano Rajoy y su cúpula. Pero añaden que la prometida "agenda" de mejora de la calidad democrática no puede quedarse en meras "promesas" y, en todo caso, hay que recuperar el espacio político perdido al centrar la gestión del Gobierno y el partido casi exclusivamente en la economía.
rnrnEn la práctica, únicamente Ignacio Diego se ha situado del lado del presidente sin poner peros a su estrategia previa a las elecciones. "¿Qué tiene que hacer el PP para recuperar el voto perdido?", le preguntaron al líder cántabro hace pocas semanas. "Nada", contestó, no sin proclamar que "las cosas se están haciendo bien". La réplica, además de por parte de Aguirre, le llegaba la semana pasada en voz de Alberto Núñez Feijóo: "abandonar la lucha ideológica no es una opción", dijo en el campus FAES.
rnrnLas tres razones de Rudi
rnrnLa jefa del Ejecutivo de Aragón quiso ofrecer en Madrid sus recetas en una intervención muy preparada. Es necesario que el PP "refuerce su perfil ideológico", aseveró sin medias tintas, y apostar por la "renovación". "Tener proyecto y hacer política", resumió de forma nítida.
rnrn"En el PP hemos tenido un resultado, incluido el de Aragón -soy la primera en entonar el mea culpa- del que no podemos sentirnos satisfechos en comparación con nuestras expectativas y con nuestros resultados anteriores", expuso a modo de introducción ante un abarrotado auditorio en el que también estaba Ana Botella, la alcaldesa de la capital.
rnrnRudi dio "tres razones" que explican el declive y se preguntó "¿qué debemos hacer?". La primera, que el PP ha optado por cerrar los ojos ante "el debate ideológico más intenso desde 1978"; extremo que pidió enmendar volviendo a hacer política de altura. Como segunda razón dio la corrupción: "una imagen de corrupción injusta en parte por generalizada, pero que tiene plena vigencia social y que se apoya en algunos casos de evidente repercusión pública" y que "tenemos que combatir con determinación, transparencia y ejemplaridad". Y, en tercer y no menos importante lugar, el "desconcierto" del electorado de centro-derecha en "situaciones" como "la lucha contra el terrorismo" o "el desafío de la secesión". En su día, Aguirre también incluyó la falta de independencia en las instancias judiciales.
rnrn"Seguramente en el PP debamos esforzarnos más para mostrar a nuestros electores el vínculo entre nuestras decisiones y nuestras convicciones. No hablo de exhibir posiciones dogmáticas ni intransigentes. Pero hay que hacer visible una idea clara de lo que se es y de lo que se quiere para la sociedad española", analizó, ya que lo que está en tela de juicio es "el núcleo ideológico del Partido Popular".
rnrnCambio de discurso
rnrnDe momento, lo que hay es un giro en el discurso de Rajoy. Ante el Comité Ejecutivo abrió el debate acerca del número de aforados, diputados autonómicos o consistorios -algo impensable hace tan sólo unos meses- y avanzó una reforma electoral para que gobierne la lista más votada en los ayuntamientos -aunque antes quiere sentarse a negociar con el futuro líder del PSOE-. Y este mismo domingo, junto a Aznar, trabajó un nuevo frente al cargarse de datos para negar que el PP haya "aniquilado" el estado de bienestar. Habló de dependencia, educación, sanidad, becas e, incluso, inmigración ilegal.
rnrnRudi se pronunció en ese sentido en el desayuno organizado por Europa Press: menos hablar del déficit y más de las políticas sociales, fue el resumen. También reclamó firmeza para sacar adelante la reforma electoral: "es una buena medida" por lo que dudó sobre la idoneidad de "quedarnos parados".
rnrnDesde Génova, pocas horas después de que el discurso de Rudi hubiera calado en los círculos populares, Carlos Floriano -número tres de la formación- se decantaba por la posibilidad de fijar un porcentaje mínimo de votos para que gobierne la lista más votada y proponía negociar con el resto de fuerzas cuándo se deben asumir las responsabilidades políticas en el marco de un proceso judicial.
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