El presidente de la Generalidad y líder de CDC, Artur Mas, ha avisado de que el consenso político en torno a la consulta del 9 de noviembre está siendo "el eslabón más débil de la cadena", pese a ser uno de los importantes junto a la mayoría social y a las instituciones.
En su discurso este sábado ante el Consejo Nacional ampliado de CDC para ratificar a Josep Rull como nuevo número dos, Mas ha advertido al resto de partidos que apoyan la consulta de que la consecuencia de actuar según "cálculos partidistas no es el juego de gobernar o no: es hundir el país".
En cuanto a los partidos contrarios al proceso rupturista, no teme que quieran articular un 'no' para las preguntas de la consulta, pero ha pedido que dejen celebrar la consulta: "Lo que no permitiremos es un frente del 'no' para no votar el 9 de noviembre".
Ha agradecido a los partidos que el viernes rechazaron la propuesta de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, de articular una gran coalición contra los partidos separatistas, porque no cayeron "en las provocaciones de aquellos que sí quieren hundir el país". Ha asegurado que su partido es "la pared maestra" de la obra que está construyendo Cataluña con el proceso separatista y que todo puede derrumbarse sin ella.
Según él, el partido "ha llegado hasta aquí teniendo que enfrentarse a cosas muchas cosas muy complicadas", entre las que ha citado el anuncio del expresidente de la Generalidad Jordi Pujol de que tuvo dinero sin regularizar en el extranjero, la crisis económica, y lo que ha calificado de ataque del Gobierno central al autogobierno y a la identidad de Cataluña.
"Si tenemos algunas heridas, algunos golpes e incluso alguna llaga es porque nosotros llevamos la parte principal del combate del país", ha dicho, y ha resaltado que no los tienen quienes están ejerciendo de espectadores en vez de actores activos. Ha reiterado que el proceso soberanista no es fácil, pero "un país maduro que se mete en esta aventura para hacer una cima tan alta debe saber que no lo es".