Aunque oficialmente se precisa que no se comentan las informaciones periodísticas y, por ende, la posibilidad de que Artur Mas pretenda hacer coincidir consulta y elecciones anticipadas es "una teoría más de las muchas que se están filtrando", la Moncloa no descartó que el plan se pueda llevar a la práctica. Aunque dejando bien claro que "responderemos a lo que venga".
El Ejecutivo insiste en que no harán ningún tipo de movimiento hasta que Mas mueva ficha. "Estamos a la espera", según un portavoz autorizado. Si la Generalidad se sigue demorando y el presidente da inicio a su viaje oficial a China -se marcha este martes por la noche-, será Soraya Sáenz de Santamaría la que se encargue de convocar el Consejo de Ministros extraordinario como paso previo para presentar los recursos. Antes, se elevará una consulta al Consejo de Estado.
La hoja de ruta, en cuanto a la ley de consultas y el referéndum, está perfectamente diseñada. Ahora bien, ¿qué ocurriría si Mas convoca también elecciones? Las fuentes consultadas en el seno del Gobierno admiten que tiene potestad para dar el paso, pero matizan que es improbable que pueda sacar las urnas a la calle el 9-N.
Si tal extremo se confirma -y en el Ejecutivo nadie lo quiso dar por cierto al 100%-, el Consejo de Ministros podría ir al Tribunal Constitucional porque mientras el estatuto catalán habla de que la convocatoria de unas elecciones habría de hacerse entre 40-60 días antes, a nivel estatal ese plazo es de 54 días. Hay diferentes interpretaciones, aunque, en principio, en unos comicios de corte autonómico el estatuto "prevalece".
En todo caso, también se quiso poner el énfasis en que en España "no existe" elecciones plebiscitarias. En otras palabras: "serían unas elecciones autonómicas, otra más, que pondría en evidencia el fracaso de Mas y su situación desesperada", según un ministro.