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La Generalidad reactiva la campaña del 9-N: se podrá votar durante 15 días

Mas se jacta de que el Gobierno no podrá recurrir el nuevo plan de CiU e insiste en que "habrá locales, urnas y papeletas".

A falta de 25 días para el 9-N, la Generalidad ya ha reactivado la campaña "institucional", un anuncio que están obligados a emitir gratuitamente todas las televisiones catalanas y en el que además se piden voluntarios. La "idea" es que "no sólo se podrá votar, sino también participar". Artur Mas afirmó que se necesitaban veinte mil personas para la logística del nuevo 9-N, pero lo que pretende es que con la difusión masiva de la campaña se supere ampliamente ese número. Sería el primer "éxito" del nuevo plan, algo al alcance de la administración autonómica habida cuenta, por ejemplo, de que la Assemblea Nacional Catalana (ANC) dice disponer de cuarenta mil activistas implicados en su "encuesta" presencial por toda Cataluña.

Los estrategas de Mas confían en "desbordar las expectativas" de la captación popular para lo que denominan "el nuevo 9-N", pero sólo Mas y su consejero de Presidencia y portavoz, Francesc Homs, parecen estar en el secreto de cómo será esa peculiar "consulta alternativa" y deslizan los detalles con cuentagotas. Ahora se sabe que además de seiscientos "locales" y seis mil mesas no sólo se podrá votar el 9-N sino durante los quince días siguientes. De semejante novedad ha informado la Generalidad a la ciudadanía llamada a las urnas a través de Homs y en la emisora de La Vanguardia.

Según este consejero, el Gobierno no podrá recurrir un operativo que califica de "absolutamente legal". Sin embargo, el mutismo es absoluto sobre lo que ha sido denominado "sucedáneo" y "simulacro" del 9-N. En Convergencia se jactan de que han sembrado la duda en el Gobierno, en el que habría partidarios, alegan, de no impugnar el subterfugio de la Generalidad para imponer las urnas el 9-N.

Pese al secretismo y a que Mas se jacta de haber ejecutado una nueva jugada maestra, la sensación de caos e improvisación es máxima, como lo prueba que los primeros interesados en formar parte del voluntariado "patriótico" que llamaron al teléfono que indica el anuncio eran instados a llamar más tarde o informados de que todavía no había nada de que informar sobre el asunto. "El 9 de noviembre, si quieres, podrás participar y votar. Ahora necesitamos voluntarios. Recuerda, el 9 de noviembre tú participas, tú decides" es el texto de la campaña.

ERC no parece muy dispuesta a participar en este 9-N bis, lo que podría variar si la Generalidad consigue el apoyo decidido de la ANC. Como dijo Mas en el Parlamento autonómico, "si el 9-N fracasa será culpa mía y si sale bien será mérito de todos". Era un reproche, en el cruce de acusaciones, hacia Oriol Junqueras, cuya táctica consiste en ver pasar el cadáver político de Mas por delante de su puerta. Ni siquiera confía en que el president esté dispuesto realmente a sacar las urnas. La opinión dominante en ERC es que Mas sólo espera que el Constitucional vuelva a suspender la consulta-encuesta para presentarse como una víctima y decidir si convoca elecciones o acepta la mano tendida del PSC para agotar la legislatura.

De momento, Mas ya no cuenta con ningún apoyo, el bloque separatista se ha roto, la unidad era una farsa que la proximidad del 9-N ha desmontado. Su única salida "honrosa" es que el Gobierno le permita llevar a cabo una votación con toda clase de trampas y que sería utilizada en la interminable campaña propagandística como una nueva victoria del "derecho a decidir".

Pese al aislamiento, para Mas nada ha cambiado y así lo dijo ayer en la cámara catalana: "El 9-N habrá locales, urnas y papeletas. ¿Qué diferencia hay?", clamaba ante sus excompañeros de viaje, los diputados de ERC y los tres de las CUP.

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