Ha sido en el Ateneo de Madrid, entre profesionales de la carrera judicial donde el exministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha vuelto de su retiro para participar en la presentación de un libro El acceso a la información judicial en el Derecho comparado: España, Francia, Italia, Portugal, Reino Unido e Israel, del periodista especializado en información de tribunales Francisco Velasco; un volumen del que el expolítico es prologuista.
Era su segundo acto público desde que dejase el ministerio de Justicia, si bien es cierto que se trataba de una convocatoria cerrada meses atrás, cuando todavía ocupaba la cartera ministerial.
Quizá algo más amable que cuando ejercía la política activa, o al menos no tan distante, Gallardón ha tenido palabras de agradecimiento para las "peticiones que pensaba que se hacían en función del cargo" y que sin embargo se han mantenido tras su dimisión, y ha empezado su discurso por citar a Enrique Tierno Galván como "gran alcalde de Madrid".
Después, ha entrado en la almendra de su intervención que, en relación con el contenido del libro presentado, ha sido sobre el conflicto entre el derecho a la información y "la obligación de los jueces" de impartir justicia.
Así, Gallardón ha disertado sobre los "diferentes tiempos" que tienen el periodismo y la justicia y sobre el peligro de que "la observación de los medios" y la "presión mediática" pueden tener en la "realidad de la percepción de los jueces".
Más interesantes, sin duda, han sido sus reflexiones sobre el papel de la prensa, "que es un poder frente al que tenemos que tener las mismas cautelas que frente al resto poderes", pese a que se trate de un "poder social y no estatal".
Ya en el final de su breve discurso Gallardón se ha mostrado partidario de "suprimir el secreto de sumario" porque "ni es secreto ni es para el sumario" y, lo más sorprendente de todo, se ha presentado como fan de la libertad de información: "Sí y siempre sí a la libertad de información", ha dicho.
Puede parecer una frase lógica para un político de una democracia, pero es una afirmación que contrasta casi violentamente con un Alberto Ruiz-Gallardón que, además de por sus desastrosas gestiones, será recordado porque al principio carrera secuestró la revista Cambio 16 y ya cerca del final llevó a juicio a Federico Jiménez Losantos con una multimillonaria querella.
Dos minutos para los periodistas
Al finalizar el acto el exministro ha tenido dos minutos para responder a dos preguntas de los periodistas presentes, aunque ha preferido contestar con muchísima cautela a las cuestiones sobre el actual panorama de corrupción: "Desde que abandoné el Gobierno abandoné la política", ha dicho, afirmando que apoya "lo que hace el presidente" y que "todos debemos de estar detrás de él en el movimiento de regeneración" que, según Gallardón, encabeza Mariano Rajoy.
Ante la insistencia de los periodistas ha asegurado que tras "dar un paso atrás todo se ve con otra perspectiva" y se ha mostrado convencido de que "es mucho más lo que nos une" y de que "hay que fortalecer" esos lazos porque "tenemos la obligación de dejar a nuestros hijos algo mejor" y eso significa valores como "democracia, libertad" o "pluralismo".