Habrá cambios en la recta final de la legislatura. En el Gobierno, en el Grupo Popular en el Congreso y, previsiblemente, también en Génova. Todo en aras de la comunicación y de vender mejor las reformas emprendidas. "Existe una campaña contra los logros del Gobierno", se quejó Mariano Rajoy a los diputados a puerta cerrada, y es primordial combatirla.
La persona acordada para reforzar la comunicación en Moncloa será José Luis Ayllón, actual secretario de Estado de relaciones con las Cortes y muy próximo a la vicepresidenta. Precisamente, Soraya Sáenz de Santamaría ha pilotado esta operación: Ayllón se convierte en portavoz adjunto de la Moncloa y su objetivo será desgranar la agenda gubernamental al arrancar la semana y atender a los medios.
El nuevo portavoz gubernamental se reunió con Rajoy y Santamaría y cerraron la decisión, aunque todavía quedan algunas dudas. En todo caso, a partir de enero empezará a ejercer: cabe recordar que Ayllón ya hacía algo parecido en la anterior legislatura -entonces, en el Grupo Popular- y tiene una muy buena relación con la prensa.
Más comunicación en Moncloa y más política en el Congreso de los Diputados, donde Rafael Hernando se hace con las riendas del grupo mientras José Antonio Bermúdez de Castro seguirá siendo secretario general. Rajoy hizo desesperar a más de un diputado porque, impasible, no dudó en hacer un profuso análisis de situación -empezando por la crisis económica para continuar con la corrupción, la amenaza de secesión en Cataluña o una hipotética reforma de la Constitución- antes de dar el nombre en la reunión de la plenaria, celebrada este martes.
Hernando es un histórico de la Carrera de San Jerónimo; lleva seis legislaturas como diputado. Un pata negra que ya fue portavoz del partido con José María Aznar y que nunca ha rehuido el cuerpo a cuerpo en la política. Es, además, un ejemplo de comunicador político: siempre en las tertulias, muy crítico con el Partido Socialista.
En la citada reunión con los parlamentarios, Rajoy exigió "movilización y hacer pedagogía". En otras palabras, salir a la calle y defender al Ejecutivo. "Somos víctimas de la demagogia en contra", insistió el presidente, que utilizó los datos económicos para asegurar que "somos el modelo" a seguir pero aún "no se traslada a la sociedad".
Para Rajoy, la mejor marca es "ser previsibles" y seguir con las reformas, y pidió un esfuerzo a los cargos del partido a partir de las fiestas navideñas. En Génova también se esperan cambios entonces: habrá que elaborar un comité de campaña aunque no se descartan otros movimientos -Esteban González Pons asume todavía la vicesecretaría de Estudios y Programas-. María Dolores de Cospedal, que acompañó a Rajoy al Congreso, se sumó a la petición de movilización.