España y Andorra firmaron un convenio para evitar la doble imposición en materia de impuestos sobre la renta y prevenir la evasión fiscal. Fue el plato fuerte del viaje de Mariano Rajoy al Principado -histórico, en tanto en cuanto nunca un presidente español había atravesado oficialmente la frontera- pese a que las concreciones, de momento, son pocas.
A la espera de la letra pequeña, desde el Gobierno andorrano se pusieron importantes matices al prometido intercambio de información a la par que Antoni Martí, el jefe de Gobierno, aseguró que España no había planteado "líneas rojas". Además, condicionó las medidas planteadas contra el fraude fiscal a que "lo haga todo el mundo" y, en todo caso, no antes de 2018.
Un acuerdo, pese a ello, "muy importante y en la buena dirección" a ojos de Rajoy, que rechazó de forma taxativa que se hubieran abordado casos concretos -como el de la familia Pujol- que han escandalizado a la opinión pública española. "No he venido aquí a hablar de personas, he venido a firmar un convenio", respondió lacónico a los periodistas. "No voy a entrar en eso", fue otra de sus contestaciones.
No es la primera vez que el presidente orilla la polémica Pujol. Cuando Martí visitó la Moncloa recientemente, su equipo también rechazó que el asunto estuviera encima de la mesa. Martí, por el contrario, sí se explayó algo más en su contestación: "Andorra no hace ningún tipo de obstrucción en el caso Pujol", precisó, para hacer a renglón seguido una extensa exposición sobre la respuesta dada por la Justicia andorrana, por ejemplo, a la Audiencia Nacional.
En la rueda de prensa conjunta, también fueron abordados por Marc Márquez, que se empadronó en el Principado para tratar de pagar menos impuestos. Rajoy no quiso dar su opinión mientras que Martí apuntó que "quién quiera venir sabe las condiciones y requisitos".