Fue el primer asunto abordado en el coloquio del almuerzo del Foro ABC y el único sobre el que el líder del PSOE aún no se había pronunciado. La reunión de José Luis Rodríguez Zapatero con el líder de Podemos Pablo Iglesias, con José Bono como mediador, no fue una cuestión obviada por el secretario general del PSOE, quien, sin hacer sangre sobre un encuentro que calificó de "privado", sí le sirvió para mandar varios toques de atención a los exdirigentes del partido que confabulan contra él.
El primero fue al pedir "responsabilidad" a todos los dirigentes del PSOE en un momento en que "España sufre y necesita un PSOE en pie". Por eso, "yo apelo a la responsabilidad de todos los dirigentes del partido a que estemos a la altura" porque "es necesario que se produzca un cambio en nuestro país y deje a España en buenas manos. Y esas manos solamente son las del partido socialista".
Segundo, al decir que "lo que debe tener claro el partido socialista es que es la Ejecutiva Federal quien decide la línea política de nuestro partido y desde luego también las alianzas que se puedan producir en un futuro".
Y tercero, al recordar "el cambio de cultura que se vivió en julio en el PSOE". Una formación de cultura política en la que "las decisiones ya no se toman entre cuatro sino entre miles, de manera colegiada". Y en este sentido, el último toque de atención: la legitimidad de ser el primer secretario general elegido por los militantes del PSOE. "Tengo una legitimidad que percibo en los militantes y votantes", dijo Pedro Sánchez, "con toda la humildad".