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Rajoy se indigna con Amaiur: "No tienen un ápice de humanidad"

El presidente se despide prometiendo "esperanza" porque "este país no es una broma". Defiende la unidad nacional y replica con dureza a Amaiur.

Mariano Rajoy aprovechó la segunda y última jornada del Debate sobre el estado de la Nación para reafirmarse en sus previsiones económicas. No sólo reiteró que España puede crear tres millones de empleos en los próximos años -volviendo a los índices previos a la crisis económica- sino que deslizó que la economía podría crecer más del 2,4% en el 2015; una cifra que ya revisó al alza el día anterior en cuatro décimas.

Así, por si cupieran dudas, el presidente volvió a fijar en la economía su prioridad para mantener la confianza de los ciudadanos en los venideros procesos electorales. "Creo que podemos crecer más de ese 2,4 por ciento", afirmó, entrando en campaña, en su réplica a los partidos minoritarios. "Se recupera la venta de viviendas, de automóviles…", enumeró Rajoy en un Congreso cuya expectación disminuyó de forma visible. En los pasillos, Celia Villalobos robó el protagonismo al presidente incluso entre los representantes populares.

En ese contexto de fin de ciclo que duró durante toda la sesión, Rajoy trató de defender que ha cumplido "el grueso" de lo prometido en su debate de investidura, el 20 de diciembre de 2011. Dado por descontado que el programa electoral se convirtió en papel mojado con la subida de impuestos, citó la reforma laboral o la financiera para destacar que "hemos intentado lograr el gran objetivo nacional", que a su juicio era la creación de empleo. Y volvió a poner encima de la mesa las cifras. "Ha habido cosas positivas, tendrá que reconocer usted que se haya creado empleo en el 2014 es algo positivo", dijo en una de sus réplicas. "La política económica empieza a tener efectos", insistió.

Muy duro con Amaiur

Por primera vez -no lo hizo en su discurso inicial- habló de la banda terrorista ETA. Lo hizo para responder al PNV y Amaiur. "Estaban más cómodos en el anterior escenario -cuando ETA mataba-", espetó Sabino Cuadra, el representante de la antigua Batasuna. "Esa afirmación es repugnante, no tiene usted un ápice de humanidad", le contestó con dureza Rajoy, recibiendo la ovación de los suyos.

En cuanto a lo mollar, el presidente prometió que no habrá cambios en la lucha contra el terrorismo. "La política penitenciaria la vamos a seguir aplicando hasta la disolución de ETA. No hay ninguna razón para cambiarla", zanjó. También se seguirá aplicando la dispersión y se favorecerá que los terroristas "rompan con ETA". "Si rompen, tendrán posibilidad de reinserción social", aseveró Rajoy, aunque recalcó que antes tendrán que abandonar la organización, colaborar con las fuerzas de seguridad y pedir perdón a las víctimas. "El mejor procedimiento y sistema para cambiar esto es que ETA anuncie, lisa y llanamente, que se disuelve y deje de ser una organización terrorista", sentenció.

Defensa de la unidad nacional

Las máximas también se mantienen ante la amenaza de ruptura en Cataluña. Al tiempo que el Tribunal Constitucional anulaba el 9N, Rajoy defendía su derecho a recurrir todo aquello que vaya en contra del texto de 1978. "Estoy a favor del derecho a decidir de todos los españoles, como en cualquier país del mundo", se reafirmó.

"¿Por qué van a privar a tantos españoles de que opinen sobre lo que quieren que sea su país?", preguntó a ERC. Y se contestó: "Es antidemocrático y va en contra de la Constitución". Además, se refirió en concreto al fallo del Alto Tribunal: según dijo, obligación de los gobernantes es "respetar la ley" y las decisiones del TC. "Y cuando se toman por unanimidad es que algo pasa".

La despedida: "Va a ir bien"

Y llegó el momento de la despedida, tras recibir los elogios -que fueron los únicos- de Rafael Hernando, el portavoz de su grupo. Fin al último debate de la legislatura, y puede que del bipartidismo: "Puede ir bien, debe ir bien y va a ir bien", afirmó el presidente, que no abandonó en ningún momento el optimismo.

"Se abre la esperanza que hace años parecía impensable", destacó. Y toca perseverar: "Si hacemos las cosas bien y actuamos con sensatez, a poco de que nos ayuden ahí fuera, podremos crear quinientos mil puestos de trabajo al año", en palabras de Rajoy. Los enemigos, además del populismo incipiente en España, la situación en Grecia o el precio del petróleo. Aunque de su intervención se desprende que la tendencia no abandonará el signo positivo.

Rajoy, que se presentará a las generales y cree que tiene opciones de ganar, se marchó prometiendo bonanza económica porque "este país no es una broma" y hay que darse cuenta "de lo que tenemos". Tras la enorme dificultad, "vamos levantando la cabeza" y España "seguirá teniendo muchísimo más futuro que pasado". Cerrado el micrófono se produjo la otra fotografía tradicional: toda la bancada del PP y el Gobierno, en pie, aplaudiendo a su líder.Dentro de un año, el hemiciclo habrá cambiado.

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