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Cospedal contesta a Aguirre: "Hay un acuerdo" con Rajoy y "no tiene que ver con compatibilidades"

Abre la puerta a cambiar el sistema de elección de candidatos, pero con reservas. "No vivo en guerra, y menos con los míos", dice con Aguirre al lado.

Abre la puerta a cambiar el sistema de elección de candidatos, pero con reservas. "No vivo en guerra, y menos con los míos", dice con Aguirre al lado.

En teoría, la paz interna está sellada, al menos, hasta las elecciones de mayo. "Yo no vivo en guerra, se lo puedo asegurar, y menos con los míos", en palabras de María Dolores de Cospedal, la única de los actores clave de la operación Madrid que aún no se había pronunciado públicamente. Si bien, las brasas del conflicto siguen calientes, y la número dos del PP -encargada de negociar con Esperanza Aguirre las contrapartidas de su designación- quiso dejar bien claro qué se acordó el viernes pasado.

La negociadora de Mariano Rajoy no se refirió en ningún momento a la intención previa de imponer una gestora o controlar las listas, a lo que Aguirre se negó en rotundo. Pero sí que habló alto y claro sobre su renuncia a la presidencia del PP de Madrid en caso de que consiga ser alcaldesa. "Ha habido un acuerdo que está zanjado y que está dicho", destacó en el Foro Deloitte-ABC.

"Lo que ha pasado este fin de semana no tiene nada que ver con compatibilidades", resumió Cospedal, tras aclarar que un regidor de capital de provincia puede ser, estatutos en mano, presidente del partido a nivel regional. Sólo horas antes, Aguirre declaraba que "nunca el alcalde de Madrid ha sido presidente del PP de Madrid". Un argumento que ha usado desde el principio, a tenor de que no hay precedentes en su organización. Pero la secretaria general quiso matizar que "no hay nada que sea incompatible con nadie".

Escuchándole, en primera fila, la propia Aguirre. Y también Cristina Cifuentes, a quién algunos en la dirección nacional quieren ver lo antes posible al frente de la estructura autonómica. Pero los tiempos de la todavía presidenta del PP de Madrid parecen ser otros, toda vez el congreso regional no toca hasta abril de 2016, y antes pueden ocurrir muchas cosas -sin ir más lejos, hay comicios nacionales-. En este sentido, diputados nacionales y autonómicos siguen insistiendo en que, si gana, el peso político de Aguirre será "enorme".

Las protagonistas fueron acudiendo al acto cada una por su cuenta. Y evitaron protagonizar la fotografía de la reconciliación que les brindaba el foro, como sí ocurrió por ejemplo con José María Aznar hace tan sólo unos meses, cuando estalló la polémica porque no había sido invitado a la campaña de las europeas. Ignacio González, cuya asistencia estaba prevista, ni tan siquiera apareció.

Como punto de conciliación, la secretaria general del PP abrió la puerta a "discutir" el sistema de elección de candidatos. Algo imprescindible a ojos de Aguirre. "Siempre se pueden plantear opciones, pero teniendo claro que somos un partido nacional", respondió Cospedal, que parecía poner cierta resistencia a los cambios. "No quiero un partido que no tenga un carácter nacional. A partir de ahí, estoy encantada con el sistema al que nos pongamos de acuerdo", agregó. Las modificaciones, en caso de llegar, se tendrían que plantear en el próximo congreso nacional, que Rajoy no convocar este año -pese a estar en agenda- y retrasar hasta los comicios generales.

Para Cospedal, lo importante es que el PP tiene "una apuesta firme para ganar" las elecciones locales y autonómicas en Madrid. En otras palabras, y pese a todo, que no se ha pegado un "tiro en el pie" en los últimos días. El argumento para ganar es que "hemos ganado la estabilidad económica y no podemos ponerla en riesgo con inestabilidad política". Y pone en el mismo saco a Podemos y Ciudadanos. "No podemos bajar la guardia: estamos en un escenario determinante para el futuro de España".

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