Ada Colau se ha convertido en alcaldesa de Barcelona y lo ha hecho en la primera votación, por mayoría absoluta, al sumar a los suyos los votos de los concejales de ERC, el PSC y uno de los tres de las CUP.
En el pleno de constitución del nuevo consistorio, celebrado en el Saló de Cent del Ayuntamiento a partir de las 17.00 horas, los diez ediles de CiU han votado al ahora exalcalde Xavier Trias; los cinco de C's, a su alcaldable, Carina Mejías, y los tres del PP también a su candidato, Alberto Fernández.
Colau ha recibido la vara de alcaldesa de la mano de Trini Capdevila (ERC), que ha presidido la mesa de edad junto a Maria Rovira (CUP); Trias es mayor que Capdevila --nació en 1946, mientras que ella lo hizo en 1947--, pero no ha formado parte de la mesa al ser candidato a la Alcaldía.
Unas 700 personas han seguido el acto en el interior del consistorio, repartidos en el Saló de Cent y otras salas habilitadas para la ocasión: el Saló de Cròniques, el patio del consistorio y la sala Reina Regent, donde habitualmente se celebran los plenos.
Un larguísimo discurso
Tras ser nombrada alcaldesa y tras las intervenciones de todos los portavoces del pleno, Ada Colau ha tomado la palabra y ha hecho un larguísimo discurso en el que ha hecho referencias a diversos asuntos municipales, nacionales e incluso internacionales.
Colau, visiblemente emocionada y nerviosa ha hablado durante lo que ha parecido horas, y se ha referido a cuestiones como el tratado internacional de Libre Comercio (TIPP por sus siglas en inglés), contra el que se ha posicionado y ha dicho que posicionará a la ciudad.
En este campo internacional también ha querido mencionar los "procesos de cambio en América Latina" que ha señalado como "referentes" de su gobierno municipal.
En España ha tenido también recuerdos especiales para algunos de los alcaldes nombrados este sábado: Manuela Carmena, Joan Ribó o el nuevo primer edil de La Coruña. Por supuesto, también ha asegurado que desde el ayuntamiento trabajará para que Cataluña "pueda decidir sobre su futuro".
Lo mejor ha llegado ya cerca del final de su intervención, cuando se ha comprometido a ser "el gobierno de la alegría" y "recuperar la sonrisa" y "los sueños" de los ciudadanos barceloneses.