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Génova avisa a sus barones de que el cupo vasco es innegociable y carga contra Ciudadanos

La dirección nacional reitera su "férrea defensa" del concierto económico vasco y navarro. Castilla y León y Murcia, del PP, han criticado el modelo.

La dirección nacional se apresuró a aclarar su opinión sobre el concierto económico vasco y navarro, y advirtió a propios y ajenos de su "férrea defensa" del modelo ya que "es un acuerdo legal", con "todos los parabienes de los partidos de la Transición" y que "entró por la puerta grande de la Constitución". Así, desde Génova se buscó acabar de sopetón el debate interno sobre la espinosa cuestión -varios barones regionales, a lo largo de los últimos años, se han mostrado muy críticos- y, de paso, criticar tanto al PSOE como, principalmente, a Ciudadanos por "machacar" el cupo.

Fue Javier Maroto, que no dudó en especificar que hablaba en calidad de miembro de la cúpula y del PP vasco, el encargado de fijar postura en términos muy claros. No hizo falta que ningún periodista le preguntara. "Que en 2015 haya partido en nuestro país que estén cuestionando el concierto es para mirárselo", afirmó, para a renglón seguido proclamar que, para Mariano Rajoy, es "una línea roja" que no está dispuesta a traspasar.

En su primera intervención, el vicesecretario general se afanó en poner la lupa en el "ataque frontal" del PSOE y Ciudadanos al cupo. Según dijo, lo critican por desconocimiento, y se afanó en explicar que "cuando las cosas van bien puede tener ventajas, pero cuando las cosas van mal, nosotros solitos nos tenemos que sacar las castañas del fuego".

Maroto se mostró "muy preocupado" con esos dos partidos. En especial, con Albert Rivera, del que dijo que se "quiere cargar" el modelo. Si bien, en la práctica, el portavoz popular también mandaba un claro mensaje a varios barones del PP, como los de Castilla y León y Murcia -esto es, con mando en plaza-, que ya han protestado ante el Ministerio de Hacienda por los "privilegios" de vascos y navarros.

Aunque sin querer entrar en el cuerpo a cuerpo, los avisos de Maroto fueron a estos líderes regionales, y en general a todo el partido. En Madrid y la Rioja, por ejemplo, también han mostrado repetidamente sus recelos con respecto al concierto a lo largo de los últimos años. "El problema que puede tener el posicionamiento de cara a una norma es no conocerla en profundidad", llegó a contestar, para recalcar que "si Cataluña o Murcia tienen una dificultad, el Estado tiene la obligación" de ayudarlas, extremo que no ocurre en la comunidad foral y vasca.

Para rematar, Maroto recalcó que "los cupos son revisables" en cuanto a sus "cálculos y cantidades", pero en ningún caso Rajoy negociará el fin del concierto.

Nuevo modelo de financiación

Casi en paralelo, el presidente confirmaba su objetivo de cerrar un nuevo modelo de financiación autonómica en el primer semestre de 2016, tras negarse a abrir ese melón en la presente legislatura. "Con el concurso de todos, con buena voluntad y sin tirarnos los trastos a la cabeza los unos a los otros", apostilló en la inauguración del embalse de San Salvador, en Huesca.

Previamente, el nuevo mandatario de Aragón, el socialista Javier Lambán, había exigido al Ejecutivo que cambie el sistema. "No tiene que convencerme a mí. Yo voté en contra del actual modelo de financiación. Desgraciadamente, al final creo que el tiempo me ha dado la razón", le replicó Rajoy, toda vez aún se aplican los parámetros aprobados por José Luis Rodríguez Zapatero con la oposición del PP.

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