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Génova no ve más candidato que Rajoy y hace cálculos: PP 28% y Ciudadanos 16%

Aznar, a través de FAES, alerta sobre "la grieta en el espacio electoral del centro-derecha". Según Casado, el liderazgo de Rajoy no se discute.

No ha discusión interna. El candidato del PP a las elecciones generales es Mariano Rajoy y así está completamente asumido tanto por el partido como por el Gobierno, en palabras de Pablo Casado. "No hay ningún debate sobre el liderazgo de Rajoy. Lo hemos elegido y es el mejor candidato", zanjó el portavoz de Génova, tras una semana muy convulsa a sólo dos meses de que se abran las urnas. Si bien, este mismo lunes, la Fundación FAES -que dirige José María Aznar- volvió a poner en entredicho el plan de acción del jefe del Ejecutivo.

A Rajoy, en el último número de su revista Cuadernos de Pensamientos Político, FAES le insta a que reaccione ante "el peligro" que supone la "probable consolidación de una grieta en el espacio electoral del centro-derecha". Un golpe de timón con el que recuperar el espíritu de 2011, cuando el PP ganó por histórica mayoría absoluta y se convirtió "no en un partido indispensable, sino en el partido indispensable de España".

"El desagarro social, la transferencia de voto en perjuicio del PP, la posibilidad de un escenario político que incentive la concentración del voto izquierda y la probable consolidación de una grieta en el espacio del centro-derecha son hechos ante los que cabe adoptar diversas actitudes, sabiendo que conducen a resultados distintos", arguye la fundación, que recoge editoriales de los diarios El Mundo, ABC y La Razón certificando la crisis y "pidiendo que se corrigiera errores, hiciera política y cerrara la etapa tecnocrática". "Nada está decidido y casi todo está aún pendiente de resolverse", se remata.

La contestación de Génova fue inmediata y contundente. Casado, hombre por cierto de la escuela Aznar, partió de la base de que sí o sí Rajoy será el candidato. La loa del vicesecretario general al jefe fue encendida. Destacó que ganó con contundencia hace ahora cuatro años y que, hoy por hoy, sigue primero en las encuestas. "Apelamos a los ciudadanos a que apuesten por el proyecto que mejor puede funcionar y, en fiabilidad, no nos gana nada", argumentó en una conferencia de prensa, al término del Comité de Dirección. "Empleo y seguridad", repitió, en línea por la consigna marcada por el jefe en Toledo.

Casado llegó a comparar a Rajoy con Pedro Sánchez, Albert Rivera Pablo Iglesias. Y destacó que, a diferencia de sus tres rivales, el candidato del PP tiene balance de gestión. "Son muy respetables pero nunca han gestionado un presupuesto público", afirmó. "Y lo que tenemos que decir es que la única crisis que combate el PP es la económica, y con bastante éxito por cierto. No nos pagan por mirarnos el obligo", recalcó en otro momento de su intervención.

Las encuestas de Génova

Para apuntalar la idoneidad del candidato -algo que, en privado, ponen en duda no pocos cargos de la formación-, la dirección nacional hizo uso del promedio de las encuestas publicadas desde el pasado mes de abril. Según sus cálculos, de celebrarse hoy los comicios, Rajoy obtendría el 28% de los votos, Sánchez el 23%, Rivera el 16% -mucho menos de lo sugerido, por ejemplo, por El País- e Iglesias el 14%. El objetivo, según admitió Casado, es aumentar la brecha -principalmente en escaños- con la segunda fuerza política.

En este sentido, el comité de campaña -este lunes formalmente configurado, con Jorge Moragas a los mandos y el histórico José Antonio Bermúdez de castro como número dos- barrunta que el porcentaje entre indecisos y abstencionistas es muy elevado, en torno al 30%. Y de ahí que, además de vincular al PP con "seguridad y empleo", los portavoces de Génova vayan a advertir sin descanso de un posible matrimonio político entre Ciudadanos y el PSOE tras el 20 de diciembre. Un extremo, entienden, que "jamás" aceptaría el votante tradicional hoy descontento con ellos.

"La indefinición en política tiene las patas cortas", atacó Casado a Rivera. "Mucho tendrán que explicar si ya están diciendo que va a haber absoluta arbitrariedad a la hora de apoyar a quién gobernar", insistió. Aunque, una vez más, evitó cerrar del todo la puerta, consciente de que tras los comicios tocará negociar. "Sin ninguna duda, el PP puede recibir el apoyo de otros", contestó, preguntado expresamente por Ciudadanos.

Feijóo se queda en Galicia

Con la confección del comité de campaña -en el que, por cierto, no estará María Dolores de Cospedal-, el PP engrasa de forma definitiva la maquinaria electoral, aunque todavía quedan dudas importantes encima de la mesa. Sobre los debates electorales, Casado garantizó que no habrá "una silla vacía" de su partido, pero en ningún caso asumió que Rajoy se vaya a sentar en ella. De hecho, en Génova gana peso que el presidente sólo se enfrente a Sánchez y se envíen cargos de segunda fila al resto de rifirrafes. "Analizaremos caso a caso, cadena a cadena, propuesta a propuesta, dejando claro que el PP estará en todas las partes donde se reclame nuestra presencia", contestó el portavoz popular.

La decisión final sobre los debates no está todavía cerrada -"queda tiempo", según Moragas-, como tampoco nada se sabe sobre las listas electorales. El PP, en este sentido, vive al borde de un ataque de nervios. Se da por descontado que Soraya Sáenz de Santamaría será número dos por Madrid, como también que la mayoría de ministros serán colocados en puestos de salida. Pero entre los vigentes diputados y senadores hay auténtico pánico por no encontrar sus nombres entre los primeros puestos de las candidaturas, y Casado -previsible número uno por Ávila- no dio muchas pistas.

Entre tantas dudas, el único que dijo claramente que no dará aún el salto a la política nacional fue Alberto Núñez Feijóo. Si el sábado, en Toledo, se erigió como el mayor defensor de la candidatura de Rajoy, este lunes anunció que no ambiciona hoy por hoy dar el salto al Parlamento, como ya sugirió Rajoy. "Lo descarto absolutamente, no iré en ninguna lista ni en ninguna sublista de suplentes. Descarto absolutamente esta posibilidad", desveló en la Cope. Lo que no aclaró es si volverá presentarse a las elecciones gallegas, por lo que mantiene viva la posibilidad de trasladarse a Madrid en caso de "cataclismo".

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