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Alarma en el PP valenciano: no esperan más de 12 diputados en las generales

Rajoy asegura que es un "objetivo modesto" alcanzar medio millón de empleos al año: "Estamos despegando, a las puertas de nuestros mejores años".

Rajoy asegura que es un "objetivo modesto" alcanzar medio millón de empleos al año: "Estamos despegando, a las puertas de nuestros mejores años".

Altos cargos del PP valenciano no disimulan su pesimismo. Isabel Bonig, la apuesta de Génova para engrasar de urgencia al partido de cara a las elecciones generales, espera ser la primera fuerza política el 20 de diciembre. Pero el batacazo se prevé muy grande, histórico. Su dirección trabaja con una horquilla de 11-12 diputados, muy lejos de los 20 representantes que en esta legislatura tuvieron escaño en el Congreso de los Diputados.

Mariano Rajoy es consciente de la dramática situación, y la Comunidad Valenciana se ha convertido en uno de los objetivos de la precampaña. A primeros de mes, el candidato ya estuvo en Valencia para arropar a Bonig e intentar levantar la moral del partido. Este sábado, a dos días de la convocatoria formal de las elecciones, recorrió la provincia de Alicante -capital, Finestrat y Calpe- tratando de ofrecer su imagen más campechana.

El líder del PP echará el resto, pero el partido regional está entre desmoralizado y nervioso. Las alarmas suenan con más fuerza en Valencia y Alicante, los dos últimos destinos de Rajoy. En el acto de Finestrat, había varios parlamentarios aún sin noticias de las listas. "No sabemos nada", contestaron al unísono, aunque -en principio- el Comité Electoral Nacional tiene previsto dar luz verde a los cabezas de cartel la próxima semana.

La dirección del PP valenciano admite que es imposible llegar a los 20 diputados que obtuvieron hace cuatro años. Los sondeos más agoreros -El País llegó a publicar que Ciudadanos será la primera fuerza política en la región el 20D- apuntan a que el PP podría perder más de la mitad de los representantes en la Cámara Baja, pero internamente se descarta este escenario. En todo caso, el suyo tampoco es nada halagüeño: no más de 12 diputados.

Los argumentos que se dan ante el previsible tropezón electoral son varios. Desde que Ciudadanos está en la cresta de la ola, y aún cuenta con la simpatía ciudadana pese "a ser un suflé", hasta que "nos falta tiempo" para volver a poner el partido en marcha y recuperar la ilusión en la marca. "Tuvimos que tomar decisiones muy difíciles", dijo la líder regional ante Rajoy, "y estamos aquí para decirle a toda España que el PP ha hecho lo que tenía que sacar a España de la crisis". El ejemplo que repiten en el PP valenciano es el de Alberto Fabra: "Tuvo que hacer frente a la peor herencia posible, que es la de los tuyos". Y, encima, sin el "respaldo" del Gobierno y el partido a nivel nacional.

"Objetivo modesto" de empleo

En este contexto, con la aguerrida Bonig prometiendo que se van a dejar "la piel y el alma", Rajoy les recordó que ganaron los comicios autonómicos y locales pese a que "luego vinieron los pactos y las chapuzas". "Las cosas han ido como han ido pero lo estáis haciendo bien", intentó animar a los suyos. "Vamos a dar la batalla y vamos a ganar", se reafirmó.

"España está despegando, estamos a las puertas de los mejores años. La próxima legislatura, si acertamos, puede ser la mejor de nuestra democracia y podemos crear dos millones de trabajo. Aquí, quienes están para las decisiones difíciles y para liderar la recuperación somos nosotros", arengó un candidato que volvió a poner en la diana exclusivamente al PSOE. "Lo nuestro es el futuro y el PSOE el pasado", enfatizó, para a renglón seguido alertar de que "son los mismos, el que iba a enseñar economía en dos tardes y el del déficit de la tarifa eléctrica".

Frente al "rescate, la quiebra, las amenazas y las incertidumbres" que a sus ojos representa Pedro Sánchez, Rajoy aseguró que es un "objetivo modesto" el alcanzar los dos millones de empleos la próxima legislatura. "Antes subía el paro todos los días y ahora baja todos los días. Queda muchísimo por hacer y no estamos contentos, pero destruir es fácil y construir lleva mucho tiempo. ¡Todos los datos económicos son de mejoría!", sentenció.

Antes y después del mitin, en Finestrat y en Calpe, a lo que se dedicó Rajoy fue a pasear y a saludar a los vecinos. Esto es, a mostrar su imagen más próxima y campechana. "A ver quién puede seguir nuestro ritmo", decía recientemente uno de sus asesores. El candidato siempre ha dicho que cree que gana en el trato más próximo, y de ahí que, de aquí a la cita con las urnas, multiplicará los paseos en pequeños y grandes municipios.

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