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Rajoy responde al desafío de Mas con una declaración institucional pero sin novedades

El presidente despachó con Rivera y Sánchez antes de comparecer: "Quienes quieran dividir tendrán enfrente a un Gobierno que hará valer la ley".

Mariano Rajoy prometió que no habrá ruptura de España mientras él sea presidente. Para impedirlo, el Ejecutivo usará "todos los instrumentos políticos y jurídicos" a su alcance. "No voy a renunciar a ellos", avisó. Si bien, la contundente advertencia no vino acompañada de hechos. "Quienes quieran dividir tendrán enfrente al Gobierno", fue lo más que dijo sobre la declaración de independencia, que calificó de claro "acto de provocación".

Así, pese a no haber novedades en el fondo, el presidente quiso escenificar una respuesta clara y contundente ante la propuesta parlamentaria firmada por Juntos por el Sí y la CUP, según la cual se declara el inicio del proceso de creación de la república catalana. Sólo unas horas después, y a diferencia de en otras ocasiones, compareció de forma extraordinaria en el palacio de la Moncloa para hacer una "declaración institucional". "Es importante" y "es sobre Cataluña", se limitaron a informar desde la Moncloa, generando un aluvión de especulaciones, también en el PP.

En su breve intervención, en la que sólo admitió una pregunta de los periodistas, Rajoy garantizó que no le temblará el pulso en caso de ilegalidad. Tres veces, mentó sin especificar "los mecanismos" a su disposición para parar los pies a los secesionistas. Pero, una vez más, se quedó en las palabras frente a quienes "pretenden saltarse la ley porque saben que la ley no está de su parte".

Según Rajoy, pase lo que pase, España seguirá siendo "una nación de ciudadanos libres e iguales" y la Justicia prevalecerá sobre "la sinrazón" de los rupturistas. "El Gobierno que presido garantiza y garantizará que no van a lograr ninguno de sus objetivos" y que la propuesta de resolución "en caso de ser aprobada por el Parlamento catalán no surtirá ni uno solo de sus efectos", transmitió a la opinión pública.

Para el Gobierno, lo importante era responder con rapidez -no como con otros envites de Artur Mas- y dejar bien claro a todos que "quienes quieran separar y dividir a Cataluña de España no lo van a lograr", en palabras del propio Rajoy. "No se deben adelantar acontecimientos, lo importante era avisar de que estamos obligados a cumplir la ley y no dudaremos en hacerlo", resumieron fuentes de la Moncloa.

Conversó con Sánchez y Rivera

Antes de comparecer, el presidente despachó telefónicamente con Pedro Sánchez y con Albert Rivera, y los tres "coincidieron en el planteamiento general de la respuesta" ofrecida, según se deslizó desde el Ejecutivo. Además, Rajoy se comprometió a mantener una vía directa de diálogo ante este desafío porque, arguyeron al más alto nivel, es "imprescindible" que no haya fisuras en el eje constitucionalista.

Ante el pulso de Mas, la receta del jefe del Ejecutivo es actuar con mano izquierda, moderación y diálogo. Y de ahí que se mantenga a la espera pese a la desesperación de un sector del PP, que considera que finalmente habrá que actuar para evitar la ruptura. Rajoy, hasta la fecha, ha evitado referirse en público al artículo 155 de la Constitución. Aunque, este martes, precisó que defenderá "con firmeza y determinación a los españoles la democracia y la convivencia armónica y solidaria". "Es mi responsabilidad", enfatizó en su declaración extraordinaria.

Apartado del discurso el artículo 155, lo que sí recordó Rajoy es que el PP reformó el Tribunal Constitucional para dotarlo de "los medios eficientes" para actuar llegado el caso. Por ejemplo, inhabilitando a las autoridades que desacaten su sentencia. "Con los instrumentos del TC y con todos los instrumentos que nos da la Constitución, yo garantizo que eso que se dice en esa propuesta -de Juntos por el sí y la CUP- no va a surtir efecto alguno", remató, en respuesta a la única preguntado que contestó de los periodistas.

En línea, el ministro de Justicia anunció que el Gobierno impugnará cualquier texto del Parlamento regional que incumpla la ley. "Si adopta cualquier decisión, lo que haremos será valorarla jurídicamente y no políticamente, y si consideramos que incumple el ordenamiento, la impugnaremos como ya hizo en 2013", zanjó Rafael Catalá antes de la comparecencia. Soraya Sáenz de Santamaría, presente en la misma, informó de que ya ha encargado varios informes jurídicos para sustentar las próximas actuaciones del gabinete.

Por su parte, el Ejecutivo también filtró que hay un plan político en marcha. En concreto, el PP presentará una iniciativa en la Cámara regional -que esperan cuente con el respaldo de Ciudadanos y PSOE- para frenar el texto de Mas y la CUP. "No permitiremos que entre unos cuantos tiren por la borda lo que hemos construido en 30 años de democracia", expuso en paralelo Xavier García Albiol, la nueva cara del partido en Cataluña.

Las especulaciones del PP

Presidencia del Gobierno informó de la declaración de Rajoy -que no duró más de tres minutos- apenas una hora antes de que se produjese. Suficiente, en todo caso, para que las elucubraciones se multiplicaran en el partido que dirige. Muchos portavoces -algunos de ellos, en esos momentos, en tertulias de televisión- reconocieron desconocer el alcance de sus palabras mientras que otros insinuaron una posible suspensión de la autonomía. "Hay mecanismos para hacer frente a los casos de rebeldía", llegó a declarar Rafael Hernando, el portavoz en el Congreso.

Finalmente, Rajoy sacó de dudas a propios y extraños. "Cabeza fría", suele repetir ante el pulso de Mas. A su juicio, sólo se ha de aplicar el 155 en caso extremo, cuando no cupiera ninguna otra posibilidad para salvaguardar la soberanía nacional. Antes, actuará en el Parlamento regional y seguirá presentando recursos ante el Constitucional, ahora "más fortalecido" y con capacidad de acción. "Mientras yo sea presidente, la justicia prevalecerá", se reafirmó el jefe del Ejecutivo.

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