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Génova espera al CIS y ve al PSOE su rival de "referencia", pero Ciudadanos asusta

Rajoy sólo debatirá con Sánchez porque es lo que "siempre se ha hecho". "El cabeza de la lista más votada debería ser presidente", avisa a Rivera.

En la dirección de campaña del PP asisten con preocupación al ascenso de Ciudadanos, y admiten en privado que no dan con la receta para frenarlo. Las encuestas internas confirman que el partido de Albert Rivera no para de sumar votos, y en las conversaciones que mantienen con allegados y familiares les repiten la misma idea: "Muchos de los nuestros van a votar a Rivera". Si bien, oficialmente, Jorge Moragas dejó bien claro que el PSOE sigue siendo el rival de "referencia", y de ahí que el candidato sólo vaya a debatir con Pedro Sánchez, el jefe de la oposición.

El PP, al más alto nivel, espera que el CIS -que se conocerá el jueves, a pocas horas del inicio de la campaña- ponga orden ante el "empacho" de sondeos de los últimos días, que apuntan al ascenso imparable de Ciudadanos, que ya habría adelantado al PSOE en intención de voto. Los cálculos de Génova es que ese escenario no es real y los socialistas siguen siendo segundos, aunque reconozcan que el partido naranja mejora mes a mes sus expectativas electorales. Ni en público ni en privado dicen atisbar la posibilidad de que el PP no sea la primera opción de los españoles el 20 de diciembre, y siguen mentando los 130 escaños -aunque en verano se apostaba claramente por los 150-.

En su estreno en rueda de prensa para presentar las claves de la campaña del PP, Moragas aseguró en varias ocasiones que el PSOE es "con claridad" el gran adversario en las urnas. Un argumento que le sirvió para justificar su estrategia de debates, que pasa porque Mariano Rajoy sólo se enfrente a Sánchez y sea Soraya Sáenz de Santamaría la que participe en el formato a cuatro -con Albert Rivera y Pablo Iglesias también como protagonistas- . "Estamos en una democracia parlamentaria, no demoscópica. El presidente debate con el principal líder de la oposición, que tiene asiento en el Congreso. No lo hace con fuerzas extraparlamentarias", arguyó. Esto es, el debate "importante", el cara a cara "fundamental", es el de Rajoy y Sánchez.

Los argumentos del candidato

El propio Rajoy, desde París -donde participaba en la cumbre del clima-, se defendió de quienes le critican que sólo se atreva con Sánchez. "No está escrito en ningún sitio que todos los debates los tenga que hacer el presidente del Gobierno", contestó. Y, en este sentido, echó mano de lo que "siempre" se ha hecho en España hasta la fecha, llegando a mentar a Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. "Todos los debates han sido entre el presidente y el líder de la oposición", zanjó. Y él, pese a la fotografía que ofrece las encuestas, ha decidido mantener "la misma pauta".

Además, el candidato recordó que también es presidente de la nación, por lo que tiene obligaciones más allá de la campaña. Moragas, que compareció minutos después de que él terminara de hablar, puso como ejemplo precisamente su presencia en París o que, en la recta final de la campaña, tendrá que participar en un Consejo Europeo. "El PP es una fuerza política con mucha gente muy preparada y muy capaz", remató Rajoy sobre su decisión de delegar en Santamaría. Su director de campaña insistió: "Empiezo a pensar que lo que algunos tienen es temor a Soraya".

En todo caso, la cuestión del debate sigue generando controversia interna. Tal y como desveló este diario, algunos cargos como Pablo Casado y Javier Maroto abogaron por arriesgar y que la silla la ocupara Rajoy, aunque al final se optó por no arriesgar. Y, ahora, las fuentes consultadas no se ponen de acuerdo en privado sobre cuál habría sido la mejor decisión. "Iba a ser un todos contra Mariano", afirman unos. "La imagen de un Rajoy que se esconde nos está haciendo daño, eso es innegable", contestan otros.

Las críticas a Rivera

Una discusión interna que también existe sobre cómo responder ante el alza de Ciudadanos. Se vendió que la respuesta a la ofensiva separatista y el terrorismo estaba beneficiando a Rajoy, pero las encuestas apuntan a que es Rivera el que sube. Según Moragas, el PSOE seguirá siendo el principal rival, aunque ya avanzó que el PP no dudará en cuestionar el programa de Ciudadanos de forma "educada y respetuosa". La semana pasada, el candidato ya endureció su discurso.

Así, en la propia web del partido, se pueden ver los vídeos de Nuevas Generaciones -en los que se avisa de que Rivera acabará dando el gobierno a la Moncloa- y un comparador de programas. En la citada comparecencia, Moragas criticó medidas concretas de "esa formación", en relación al partido naranja, advirtiendo de que quieren "eliminar los municipios de menos de 5.000 habitantes" o "subir el precio del pan, la leche y los huevos". "Son producto de la inexperiencia y del desconocimiento de este país", afirmó, para quejarse a renglón seguido de que no aclare su política de pactos.

Frente a los "experimentos" -Ciudadanos- y "las recetas del pasado" -PSOE-, Rajoy se está presentando como referente de experiencia y buen gobierno. Su meta, su gran objetivo, es conseguir que 20 millones de españoles tengan trabajo en 2020, como así consta en el logo de campaña y la publicidad que empezará a verse a partir del próximo jueves. Además, Moragas le sigue incluyendo en su agenda entrevistas de todo tipo en la televisión. La última, en La Sexta Noche el próximo sábado, donde será preguntado en directo por ciudadanos.

Precisamente, Rajoy terminó su larga jornada en Telecinco, mientras Sánchez, Rivera e Iglesias debatían en El País. "El cabeza de la lista más votada debería ser el presidente", destacó, preguntado expresamente por las intenciones del líder de Ciudadanos el día después de las urnas. "Estoy convencido de que las cosas que exige la CUP –que rechaza apoyar la investidura de Artur Mas- no las va a exigir Ciudadanos. Estaría preocupado", enfatizó.

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