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Rajoy apela al "diálogo" de Adolfo Suárez ante la necesidad de pactar tras el 20D

El candidato recibe el respaldo de Suárez Illana y evita las críticas en su primer mitin. Comió yemas de Santa Teresa y fue ovacionado en Ávila.

El candidato recibe el respaldo de Suárez Illana y evita las críticas en su primer mitin. Comió yemas de Santa Teresa y fue ovacionado en Ávila.
Rajoy saluda a Suárez Illana ante la presencia de Casado. | Tarek/PP

Mariano Rajoy sabe que a partir del 20 de diciembre tendrá que pactar para seguir en la Moncloa. La mayoría absoluta es cosa de otro tiempo y a lo más que aspira es a alcanzar el 30% de los votos -el CIS no llega tan lejos- con una distancia importante con respecto a la segunda fuerza política. En ese contexto, se verá fuerte para negociar, previsiblemente con Ciudadanos, aunque esto no se diga bajo ningún concepto en público.

Hasta la fecha, el candidato del PP se ha negado a hablar de posibles pactos bajo el pretexto de que hay que esperar a que se abran las urnas. Si bien, en su primer mitin de campaña, "diálogo" fue una de sus palabras favoritas. En Ávila, en la plaza Adolfo Suárez, al lado de una estatua del expresidente y con su hijo de telonero, Rajoy reivindicó su legado: "Era un hombre de Estado y un verdadero patriota. Supo conciliar sus convicciones con la tolerancia y el diálogo", enfatizó.

Rajoy vinculó a Suárez con el "espíritu de la Transición y la Constitución española", y auguró que mucho de aquello habrá que aplicarlo en la próxima legislatura, en la que el PP tendrá que ceder y negociar mucho. Una forma de hacer política, prosiguió, basada en la ideología pero "también en la moderación". Y volvió a referirse al "diálogo", sin mentar en ningún momento a Albert Rivera o Pedro Sánchez. Él es el centro político, quiso vender a la opinión pública.

Santamaría: "A mí, las hipótesis..."

En este sentido, y casi en paralelo, a Soraya Sáenz de Santamaría le preguntaron en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros sobre la posibilidad de que el líder de Ciudadanos ponga como condición para apoyar al PP que Rajoy no vuelva a ser presidente. "A mí, las hipótesis…", replicó. Antes, emplazó a todos los partidos a aclarar si dejarán que gobierne la lista más votada para que los ciudadanos "sepan a qué atenerse".

Además, y en vísperas de su aniversario, Rajoy no cerró la puerta a la reforma de la Carta Magna, pero cumpliendo unos requisitos, entre ellos el máximo consenso posible. Según Santamaría, hoy no existe tal extremo. Y Rajoy quiso enfatizar ante la ovación de sus simpatizantes: "La unidad de España no se toca ni se negocia y España será lo que decidan todos españoles y no una parte". Esto es, "la ley se respeta y se le aplica a todos. Todos debemos cumplirla".

Nada hubo de bronca, del habitual y tú más, en el primer mitin de campaña. Rajoy quería lanzar el mensaje de que va a dialogar si es presidente, en especial con respecto a los denominados asuntos de Estado. "Las grandes reglas del juego deben ser producto de los grandes acuerdos", ofreció como titular. Citó expresamente el orden constitucional, la lucha contra el terrorismo, la política Exterior y la de Defensa. En las últimas semanas, no ha dudado en descolgar el teléfono o reunirse con los demás líderes políticos para dar respuesta, por ejemplo, a la amenaza yihadista o el pulso separatista. Luego, reconoció Rajoy, "viene el debate político".

Adolfo Suárez Illana, que habitualmente huye de mítines y actos públicos aunque en 2003 fue candidato del PP en Castilla La-Mancha, estuvo en Ávila para arroparle. "El presidente, con sus aciertos y con sus errores, que los ha tenido, ha conseguido que hoy tengamos una esperanza muy distinta a la de hace cuatro años", le presentó a los ciudadanos congregados. El hijo del expresidente desveló que se lleva "muy bien" con Sánchez y con Rivera, pero proclamó: "Tendrán su oportunidad en el futuro" pero España necesita "de las manos expertas de Rajoy". Elogió, para rematar, su "extraordinaria templanza y experiencia". En el PP se han escuchado en los últimos días críticas a Rivera por querer "hacer suya" la figura de Suárez. "El centro político somos nosotros", sentenciaron las fuentes consultadas del entorno del candidato.

Comiendo yemas de Santa Teresa

Más que un mitin al uso, fueron unas breves declaraciones -no más de quince minutos- en plena plaza. No hubo sillas ni banderas del PP. Y, después, tocó la caminata por el casco antiguo de Ávila, donde se vivieron algunos momentos de tensión ante la aglomeración de gente. Junto a Pablo Casado, dirigente en al alza en opinión de muchos, Rajoy anduvo como pudo ante la cantidad de vecinos -la mayoría, de nuevo, mayores- que le reclamaron fotos y saludos. Se paró a comer los tradicionales dulces de Santa Teresa, se acercó a un mercado -evitando un puesto de chorizos y el stand de Ciudadanos- y escuchó con atención cada vez que le mentaban el nombre de Suárez. "Es el momento del diálogo", enfatizó en conversación informal Juan Vicente Herrera, que se mostró preocupado por la debacle del PSOE. Según sus cálculos, Ciudadanos quitaría en Castilla y León cuatro escaños al PP y tres a los socialistas, que en algunas provincias se quedarían sin representación en el Congreso.

La primera jornada de campaña terminó en el claustro de la catedral de la ciudad, donde Rajoy rezó ante la tumba de Suárez, su referente para intentar mantenerse en el poder los próximos cuatro años.

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