Pablo Casado reconoce que tiene una "buena relación" con Albert Rivera, pero no duda en ponerle en el centro de la diana. Para empezar, porque da toda la credibilidad a la posibilidad de un hipotético acuerdo entre Ciudadanos, PSOE y Podemos tras el 20 de diciembre. "Está siendo portada en todas partes y no lo disimulan… Si nuestro reflejo ahora es Portugal, tenemos un grave problema", enfatizó en una entrevista en Libertad Digital, que será publicada íntegramente esta semana. En su opinión, los españoles han de saber que sólo hay "dos" alternativas: "Un tripartito gobernado por la izquierda o la extrema izquierda o un Gobierno del PP".
"Ya hay antecedentes", destacó el vicesecretario de comunicación, que puso como ejemplo lo ocurrido en la Diputación de Toledo, donde el partido naranja pactó, entre otros, con Podemos para que el PP no gobernara. E insistió: "Sería un engaño para muchos votantes de buena fe que ven en Ciudadanos una opción centrista que sus votos acaben apoyando a la extrema izquierda".
Se le preguntó entonces si descarta un posible acuerdo entre el PP y Ciudadanos tras los comicios. "Nosotros tenemos una cultura de pactos muy arraigada", empezó Casado. Si bien, de inmediato llegó la advertencia a Rivera: "No va a venir un partido a decirnos quién debe encabezar nuestro gobierno. La candidatura de Mariano Rajoy a presidente es innegociable. Ellos verán a quién apoyan, pero nosotros sabemos que nuestro candidato es Rajoy", destacó.
En este sentido, descartó por completo la opción de elevar a la presidencia a Soraya Sáenz de Santamaría a cambio de recabar el respaldo de Ciudadanos. "Ahora resulta que va tener que venir el señor Rivera a decirnos cómo tenemos que organizarnos y a quién tenemos que presentar. Que se dedique a su partido y a dar juego a su gente", arguyó Casado. Y volvió al ataque: "No sé quién es el número dos de Rivera en Madrid", repitió dos veces.
Además, Casado, que es número uno del PP por Ávila, desveló que en las banderolas de Ciudadanos en la ciudad sólo aparece Rivera, pero no el candidato provincial. "No han imprimido ni un solo cartel de su candidato. Tampoco PSOE ni Podemos. Yo pediría un poco de respeto al votante", afirmó. En su opinión, detrás de Rivera no tiene un equipo sólido y de ahí que "nadie conoce a los números uno de España salvo a Juan Carlos Girauta" y "había que plantearse a quién estamos votando por nuestra circunscripción".
Objetivo: 140 escaños
Dicho esto, el portavoz popular también miró a su partido. Y se mostró optimista, dentro de la considerable caída que pronostican las encuestas: "Creo que el PP aspira a sacar 140 escaños", aseveró sin titubeos. Esto es, alcanzando más del 30% de los votos. Su argumento es que hay "un 20% de indecisos" y que muchos acabarán metiendo la papeleta azul en la urna. "El que va a votar a Ciudadanos lo dice" pero "el que está pensando votar al Gobierno es más fácil que no lo haya dicho".
Casado es hoy por hoy cargo de referencia de Génova, y está llamado a ser aún más en el PP pase lo que pase el 20 de diciembre. Si bien, antes de ser llamado por Rajoy para dar un impulso a la comunicación que ya es evidente, formó parte del equipo de José María Aznar durante años. "Con Aznar siempre contamos porque es presidente de honor", contestó sobre su ausencia en la campaña, que según Jorge Moragas "no es un drama".
"Sinceramente, no sé cómo estará su agenda o qué planificación de campaña ha hecho el partido pero Aznar siempre aporta y su legado para el partido y para España es muy positivo y lo tenemos muy presente. Sacó a España de la banca rota como lo está haciendo ahora Rajoy", enfatizó cuando se le repreguntó por la cuestión.
Para Casado, está siendo una campaña de locos. Además de sus actos en Ávila, está multiplicando su presencia en los medios de comunicación. Todos le quieren a él, también en los diversos debates que se están celebrando. Siempre da la cara por Rajoy: "Hay que decirlo, desde el G20 hasta Obama, que no es sospechoso de ser un derechista, le ponen como ejemplo".