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Rajoy da por acabado a Pedro Sánchez y aconseja al PSOE que se "organice"

Génova dejó sola a Sáenz de Santamaría en el debate. Rajoy dijo que no se arrepintió de no ir y defendió a la vicepresidenta. Según él, ganó.

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Mariano Rajoy no se arrepiente de haberse quedado en Doñana. "No, esto ya estaba decidido desde el principio", zanjó en declaraciones a los periodistas. En su opinión, el debate importante es el que mantendrá el próximo lunes con Pedro Sánchez, que en los últimos años se ha sentado en el escaño del líder de la oposición aunque ya da por amortizado. Para el resto, el PP tiene "equipo", y Soraya Sáenz de Santamaría cumplió las expectativas.

Aún más, en palabras del candidato, su número dos ganó "como todos ustedes saben" a sus tres rivales en el plató de Atresmedia. "Soraya se conoce muy bien los temas, los conoce desde la cocina y ayer -por el lunes- quedó reflejado. En política, como en cualquier otra faceta de la vida, es bueno estudiar las cosas y quedó muy claro que ella lo hizo", arguyó en una improvisada comparecencia nada más iniciar su jornada de campaña.

A partir de ahí, Rajoy defendió su ausencia, que en su día generó una importante discusión interna en la cúpula nacional. "He hecho lo que se ha hecho siempre. Los grandes debates son entre el presidente y el líder de la oposición", argumentó una vez más. En línea, su equipo se afanó en vender la tesis de que, pese a la histórica audiencia del programa, hizo bien en no asistir. "El vencedor es Rajoy", llegaron a enfatizar portavoces autorizados. Javier Maroto fue un paso más allá, y señaló a Albert Rivera como "el gran perdedor". "No se puede ser el partido de la unidad de España y querer que la única voz de Cataluña sea la del tío más independentista que ha habido", destacó en rueda de prensa.

En todo caso, "lo importante es que tenemos un debate a dos", recalcó el propio Rajoy en Sevilla. Y, tal vez por ello, la sede nacional presentó un aspecto lúgubre mientras Santamaría se enfrentaba con Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias en televisión. Únicamente integrantes de Nuevas Generaciones se citaron en la segunda planta para seguir la retransmisión, y aplaudieron con las intervenciones de la vicepresidenta. Pero la zona noble estuvo prácticamente desierta -Pablo Casado y Fernando Martínez Maíllo se limitaron a hacerse una foto con los jóvenes populares-, y nadie compareció al término para arropar a la número dos. Cerca de la una de la madrugada, se mandaron unas declaraciones del vicesecretario de organización destacando que había visto "una Soraya muy tranquila". Se insistió: "El debate importante es el de Rajoy, el lunes".

A Rajoy le preguntaron si cree que hubiera ganado en un debate a cuatro: "Pues nunca se sabe, podría haber ganado o podría no haber ganado". Y con independencia de ello, y tras escenificar el pertinente espaldarazo a Santamaría, centró el tiro y volvió a ocuparse de su campaña. Lo primero que hizo fue acercarse al hospital San Juan de Dios de la capital hispalense, y los niños le cantaron villancicos. Por supuesto, una vez más, no faltaron las fotos y los besos.

Da por amortizado a Sánchez

Ya subido a un mitin, hurgó en la herida socialista intentando minar el liderazgo de Sánchez, más aún a tenor de que el próximo lunes le toca. "Ustedes tienen que estar tranquilos, organizándose bien y ver cómo pueden plantear las cosas en el futuro", recomendó a los socialistas, dejando entrever la delicada situación del líder de la oposición. También apuntó contra Ciudadanos: "Experimentos poquitos. En general, en la vida, conviene pensarse las cosas y andarse con mucho cuidado. España no necesita experimentos ni dar marcha atrás", afirmó una vez más.

Fue el punto y final a su gira en Andalucía, donde el CIS augura una brusca caída en escaños para el PP. La alarma es palpable en importantes cargos de la información, tal y como avanzó este diario. En Málaga, por ejemplo, podrían perder tres de los seis representantes que obtuvieron en 2011, que se irían a Ciudadanos. Ante tal escenario, Rajoy apuró en Algeciras pidiendo el voto, y no llegó a tiempo a Doñana para ver el inicio del debate de Santamaría. Desde el domingo, ha estado en las provincias de Huelva, Málaga, Cádiz y Sevilla.

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