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Rajoy ordena contraatacar echando en cara al PSOE sus casos de corrupción

Génova remite a sus portavoces un listado con cargos del PSOE manchados por la corrupción. Existen fricciones en el PP por el discurso.

Génova remite a sus portavoces un listado con cargos del PSOE manchados por la corrupción. Existen fricciones en el PP por el discurso.
Rajoy, con Cospedal, en la zona noble de la sede nacional | Tarek/PP

Mariano Rajoy busca salir del atolladero político en el que se encuentra por culpa de los casos de corrupción que afectan a su partido, y ha dado orden a los suyos de apuntar al Partido Socialista. "En la actualidad, más de 300 cargos y excargos del PSOE y más de 1.000 personas relacionadas con este partido están imputados/ investigados por delitos vinculados a la corrupción", se resume en un documento remitido a sus portavoces, para que lo expongan en tertulias y ruedas de prensa.

Cuando al término del Consejo Europeo le preguntaron por los últimos casos en Madrid y Valencia, el presidente en funciones sacó a relucir la trama de los ERE. "La corrupción afecta a todos", no se cansa de repetir en los últimos días. Este mismo martes, Rafael Hernando también miró al partido rival cuando la pregunta era sobre si Rita Barberá debía mantener o no el acta de senadora. Citó en concreto al diputado socialista por Sevilla Antonio Gutiérrez Limones, sobre quien un juez ha visto indicios de criminalidad por su intervención en un supuesto desvío de fondos públicos. En paralelo, Génova se afanó en vender que Hernández Moltó, expresidente de Caja Castilla-La Mancha también del PSOE, ha sido condenado a dos años de cárcel por la Audiencia Nacional.

El lamento es recurrente, y se extiende prácticamente en todas las estructuras del partido. "Sólo se habla de nuestras miserias, las del PSOE ni aparecen en los medios de comunicación", en palabras de un miembro del aparato. "Hay una doble vara de medir clarísima", añadió. Y de ahí que los portavoces estén intentando transmitir a la opinión pública que la corrupción no es exclusiva del PP, y en el documento de siete páginas se detallan tramas presuntamente corruptas del PSOE en Galicia, Castilla-La Mancha, Aragón, Cantabria, Asturias, Melilla y, principalmente, Andalucía.

"Hay una forma muy arbitraria" de dilucidar "qué es corrupción y que no", se quejó el portavoz en el Congreso de los Diputados. En este sentido, Jorge Fernández Díaz se reafirmó en sus dudas sobre la "causalidad" de que sólo salgan los casos del PP. "No somos el único partido con casos de corrupción y lo llamativo es que los únicos casos que salgan en estos momentos tan sensibles son los que afectan al PP", aseveró el titular de Interior el lunes, lo que le valió que el PSOE exigiera su dimisión.

Los casos Soria e Imbroda

Además, Rajoy también ha instado a los suyos a defender su proceder ante las tramas que presuntamente afectan al PP, y que ha levantado críticas de puertas para dentro, aunque nadie le recrimine nada cara a cara. El lunes por la noche, en El Cascabel de 13TV, enseñó una lista de cargos de la formación, entre ellos destacados como José Manuel Soria o Juan José Imbroda, que fueron señalados por la Justicia y posteriormente exculpados. "No pueden pagar justos por pecadores. Prefiero que me traten como me traten antes que cometer injusticias", arguyó el presidente en funciones.

A Rajoy le preguntaron en concreto por la situación de Barberá, y dio a entender que no le pedirá que deje el Senado hasta que un juez mueva ficha. "Yo la conozco desde hace muchos años y no sé de qué se la acusa. ¿Tengo que expulsar a la señora Barberá? Tendría que saber de qué se le acusa. No es tan fácil", contestó, antes de conocer que el magistrado ya ha iniciado el proceso para pedir su imputación. "Hay que actuar con templanza, hay que ser justos. Un juez tarda mucho y nosotros no podemos juzgar en 24 horas y sin pruebas", se defendió una vez más.

En el documento remitido a los portavoces del PP, hay un centenar de nombres de dirigentes de la formación que fueron señalados por la Justicia, con la consiguiente presión mediática y política, y después quedaron libres de sospecha. Rajoy puso mucho empeño en enseñar dicha lista en 13TV, y Hernando citó el caso concreto de Soria ante una segunda pregunta sobre Barberá. "Si se hubiese condenado políticamente" al hoy ministro de Industria "se habría acabado su carrera política", recalcó el portavoz parlamentario.

No todos en el PP comparten esta estrategia, y así se constató el lunes. Cuando Rajoy pedía "templanza" y evitar la "histeria", Pablo Casado salía en rueda de prensa para mostrar su indignación. "Me parece vomitivo y abominable y me siento directamente perjudicado (…) estamos hasta las narices", destacó, rompiendo todos los puentes con Barberá. "Hay vida fuera de la política", llegó a decir públicamente. Tal y como informó este diario, Andrea Levy y Javier Maroto también llevan días pronunciándose en términos parecidos, elevando el tono y el fondo. "Una cosa es que demos la cara, y otra que nos la partamos por cuatro golfos", resumen desde sus entorno, distanciándose del discurso de Rajoy.

"Por supuesto creo que las televisiones nos tratan peor que a otros, pero eso da igual. Tenemos que ser implacables y nadie puede entender que Barberá no vaya a un pleno y mientras esté en la peluquería", en palabras de un histórico del PP. Varios dirigentes coinciden, siempre en privado. Según Rajoy, actuará contra ella si existen indicios sólidos para dar el paso.

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