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Rajoy pone otra vez en la diana a Rivera y el PP pasa al ataque

Cospedal y Albiol acusan a Rivera de traicionar a su votante de "centro-derecha". Génova espera que el pacto le pase factura.

Cospedal y Albiol acusan a Rivera de traicionar a su votante de "centro-derecha". Génova espera que el pacto le pase factura.
Rajoy y Rivera, en Moncloa | EFE

En Génova se muestran convencidos de que el acuerdo con el PSOE pasará factura a Albert Rivera. Fuentes de la dirección nacional parten de la base de que una mayoría de votos del partido naranja proviene del centro-derecha, "y muchos de esos votantes, que antes eran del PP, no van a entender que se eche en brazos de Pedro Sánchez". Y de ahí que, calculadora en mano, sus portavoces elevaran los puentes y volvieran una vez más al ataque.

Empezó Mariano Rajoy, a primera hora del miércoles, con todas las portadas anunciando el pacto de mínimos entre el PSOE y Ciudadanos. En Antena3, expresó su "sorpresa" ante el "entusiasmo" de Rivera por "apuntalar" a Sánchez. Un hecho "objetivo" pese a que, según adujo, los números están en su contra. "Algunos lo califican de pacto de salón o publicitario. Yo digo que ni es de investidura ni de gobierno", desdeñó el acuerdo. "No se habla de lo importante, de los problemas de España, la gente se merece un respeto", añadió.

Abierta la veda por Rajoy, el PP se afanó en intentar desgastar a Rivera tras su jugada política. Una de las más claras fue María Dolores de Cospedal, en un acto de partido en Cáceres. "¿Cuáles son las auténticas intenciones de Ciudadanos?", se preguntó, tras acusar a su líder de "utilizar" los votos de "muchas personas que se consideraban de centro-derecha" para que gobierne el PSOE "y supongo que también otros partidos de izquierda de este país".

Aún más, la secretaria general de los populares censuró que Rivera intente "hacer presidente" al candidato socialista "con el peor resultado de la historia" de su formación. "Ciudadanos es muleta del PSOE, su marca blanca", remató. Fernando Martínez Maíllo, número tres, también le dedicó varias críticas. "Dependiendo del día, Rivera suele cambiar de opinión con gran frecuencia", empezó, en una comparecencia en el Congreso.

A ojos del vicesecretario de Organización, cada vez más próximo a Rajoy, el líder naranja ha permitido que sus diputados vayan a ser los "costaleros" de Sánchez pese a que el acuerdo es sólo "postueo y muchísimo teatro". Desde el Parlamento catalán, Xavier García Albiol se sumaba a la campaña con especial contundencia: "Es una traición en toda regla por parte de Rivera a todas esas personas que son del PP -pero votaron a Ciudadanos- y que confiaban en un proyecto que fuera de la mano del PP, pero ven como su voto sirve para consolidar al PSOE", dijo, según recoge la agencia EFE.

"Se ha puesto en evidencia que Ciudadanos no tuvo ningún tipo de manía al reclamar a los votantes del PP que le dieran confianza, pero a la hora de la verdad, ha demostrado a esos votantes de buena fe que votaban al PP y a última hora lo hicieron por Ciudadanos que su voto servirá para intentar hacer presidente a Sánchez", argumentó el coordinador general del PP catalán, que aún no es presidente a la espera de un congreso regional que también ha sido paralizado. De hecho, todavía fue un paso más allá en su ofensiva, y llegó a elogiar la "coherencia" de Podemos frente a la de Ciudadanos. "Hasta el momento, actúa con un poco más de coherencia", fueron sus palabras.

Fuentes de la cúpula nacional se mostraron convencidos de que esos descontentos con la decisión de Rivera acabarán regresando al PP. "Les pasará factura", pronosticaron, con la vista puesta en nuevas elecciones en junio. "Hay mucha gente de Ciudadanos defraudada, les tira la izquierda", según un miembro de la cúpula. Ya el martes, antes incluso del anuncio del pacto, el PP torpedeaba su primera reunión negociadora con Ciudadanos y habló de "sainete cómico de reuniones que no valen para nada". "Un cuento, un teatrillo", en palabras de Rafael Hernando, portavoz del Grupo Popular, que denunció que el partido naranja les estuvo dando largas mientras priorizaba el pacto con el PSOE.

Así las cosas, Rajoy se reafirmó en su "no" a la investidura de Sánchez, pase lo que pase. "El acuerdo con Ciudadanos ni es de investidura ni es de gobierno ni de nada", resumió en Antena3. El mensaje fue repetido con insistencia horas después por parte de los portavoces oficiales, pese que parte del PP cayera una vez más en la frustración por no estar en la pomada política. "No abrimos los telediarios y si lo hacemos es sólo por la corrupción", es la queja más recurrente en los pasillos de la Cámara Baja en boca de diputados del PP.

En todo caso, Rajoy contestó una vez más que no piensa dar un paso atrás. "Ni se me ha pasado por la imaginación renunciar", zanjó. "No tenga la más mínima duda, soy un activo –para el partido-", le dijo a Susana Griso, tras proclamar que "ni el PP es la UCD ni estamos en la misma situación". "¿Fin de etapa? Eso nunca se sabe. Hemos hecho muchas cosas y aún quedan muchas cosas por hacer. Yo lo voy a intentar", se despidió.

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