El PP sigue quieto, impasible, a la espera de acontecimientos. La dura intervención de Mariano Rajoy en el Congreso fue un evidente revulsivo para sus filas, los cargos recuperaron cierto oxígeno político y proclamaron el "renacimiento" de su líder, pero las dudas y los rumores persisten. Y auguran que irán a más ante el largo periodo que ahora se abre hasta las elecciones, si es que finalmente se celebran, como así predijo el propio Rajoy ante David Cameron y otros mandatarios europeos.
Oficialmente, una semana más, nada ha cambiado. Rajoy hará lo que quiera y él ya ha dicho que, en caso de nuevos comicios, será el candidato del PP. "Sin novedades", según su entorno. "Hablo muy a menudo con él y no da la sensación de que piense hacer otra cosa que no sea presentarse", según un interlocutor directo. Si esto ocurre, todo quedaría solventado a través de una Junta Directiva Nacional y en ningún caso se celebraría un congreso. "El presidente es el candidato, así lo dictan los estatutos", repiten sin cesar los portavoces autorizados.
La réplica a Rivera
"Pido respeto a las decisiones del PP. Lo más democrático es que cada partido respete al otro. Yo pido respeto a los militantes del PP, que pagamos nuestras cuotas y tomamos decisiones", replicó este viernes Soraya Sáenz de Santamaría a Albert Rivera. Su petición al PP para que cambie de líder provocó un contundente cierre de filas y una catarata de críticas contra Ciudadanos. "Me parece un exceso. Yo no le digo a ningún otro partido cómo se tiene que organizar", insistió la vicepresidenta. "Nuestro candidato se llama Mariano Rajoy", zanjó un día antes María Dolores de Cospedal.
Ésa es la tesis oficial, y nadie importante del PP se la salta en tertulias o ruedas de prensa. Sólo algunas voces, de muy escasa influencia, osan incluir algún matiz, como hicieron esta misma semana varios miembros de Nuevas Generaciones en el programa de Dieter Brandau. Si bien, en privado, en comidas y conversaciones informales, la cosa cambia. Y el ruido va a más. "¿Si Rajoy dará un paso atrás? Yo creo que eso sólo lo sabe él", en voz de un vicesecretario general. No descarta nada.
Tal y como adelantó este diario, en el partido, principalmente en las baronías, se extiende la teoría de que Rajoy acabará dando un paso atrás por el bien de partido. Algunos incluso opinan que dicho movimiento podría llegar antes de lo esperado, para así evitar unas nuevas elecciones. Si bien, la mayoría se refiere a un cambio de cara a las urnas. "Supongo que verá las encuestas y se sentará a pensar qué es lo que debe hacer por el bien del PP", según un líder regional.
En el PP, en un sector importante, se ha extendido la percepción de que cualquier otro candidato obtendría un mejor resultado que Rajoy. "Sería un revulsivo", en palabras de un barón autonómico con peso. "Hay que recuperar la ilusión y sin Rajoy sería más fácil", añadió en conversación informal. Se siguen citando los mismos: Santamaría, Alfonso Alonso, Cristina Cifuentes, Alberto Núñez Feijóo e incluso Pablo Casado. "No", contestó la vicepresidenta esta misma semana ante la pregunta de si se ve como la sustituta. "Cualquiera de los que están en las quinielas sería mejor", se sumó a esta tesis otro líder regional.
En todo caso, las fuentes consultadas siguen aclarando que todo forma parte del contubernio político. Aunque un vicesecretario general confirmó que la discusión existe, y al más alto nivel: "Ya les he oído -a los barones-, pero lo dicen solo en privado", enfatizó. "El que quiera decir algo, que lo diga en público y no en el pasillo ni en los mentideros", propuso. Aunque este dirigente tampoco rechazó ninguna hipótesis.
Mitin al uso
Rajoy, mientras tanto, hace como que no escucha. Cada vez que le preguntan, reitera que no abandonará el barco, y que tiene ganas y fuerzas para continuar en la primera línea. Este viernes, reiteró su ‘no’ a Sánchez, y volvió a estar contundente y socarrón. Gustó de nuevo a sus diputados. "Ha puesto las instituciones al servicio de su supervivencia política y eso también se llama corrupción", le inquirió. "La fiesta ha llegado a su final", sentenció.
Tras el paripé en el Congreso, como él dice, recuperará los actos de partido. Este sábado, el PP le preparó un mitin al uso y uno de esos paseos que tanto ha repetido en campaña. "Está muy tranquilo, tranquilísimo", destacan quienes han despachado con él. "Será candidato seguro. Si no, a Arriola le da un infarto", según un histórico del PP. "Hará lo que él quiera y los demás lo acataremos", comparten todos los dirigentes consultados.