Mariano Rajoy sigue convencido de que España está abocada a nuevas elecciones en el mes de junio, pero el PP espera de él que se mueva, algún giro político, que le permita recuperar al fin la iniciativa y abrir los informativos. "Tenemos que tomar impulso" y "volver a la escena", en palabras de no pocos dirigentes de la formación, incluidos barones autonómicos.
Según su entorno, Rajoy está donde quería. No ha cambiado su discurso desde un día después de los comicios, en el ya famoso Comité Ejecutivo del 21 de diciembre, y los españoles "han entendido perfectamente" su oferta, basada en una gran coalición liderada por el ganador -esto es, el PP- que tendría que ser respaldada por el PSOE, que quedó segundo, y que podría contar también con Ciudadanos. Las fórmulas son muchas y podrían estudiarse sin líneas rojas, tal y como se encargó de remachar presidente en funciones.
Tras Semana Santa, Rajoy no cambiará el núcleo de su perorata. Aún más, volverá a sacar pecho de que él no se deja someter a presiones de ningún tipo, como ocurrió cuando le reclamaron que solicitara el rescate. "Menos mal que tenemos el presidente del Gobierno más independiente de la historia", le defiende su círculo más próximo. Si bien, tras "enfriar el tema", la cúpula popular espera que descuelgue de una vez por todas el teléfono y se ponga en contacto con sus interlocutores del PSOE y Ciudadanos.
Antes incluso de la investidura fallida de Pedro Sánchez, Rajoy anunció que esa llamada se produciría, aunque después fue retrasándola, en especial al comprobar que nada había cambiado y que el líder socialista pretendía que Albert Rivera también participara en el encuentro. "La reunión tiene que ser por separado", protestaron entonces los portavoces oficiales del PP, antes de que el líder decidiera que no había lugar para el contacto antes de las fiestas.
Tras ellas, este martes, Rajoy reunirá al Comité de Dirección, y varios integrantes del órgano reconocieron a este diario que están a expensas de las nuevas directrices. "Hasta el Comité, no hay nuevas claves", resumía gráficamente un miembro de la cúpula. "La llamada se producirá", fue lo más interesante que se contestó desde el entorno de Rajoy, que antes de ese despacho será entrevistado en Onda Cero.
Hacia nuevas elecciones
En todo caso, en Moncloa y en Génova reiteran que no hay otra salida que nuevas elecciones. "Eso creemos y esperamos", zanjaron las fuentes consultadas. El plan, pues, consistirá en dar a entender que se ha hecho todo lo posibles para evitar abrir de nuevo las urnas, aunque sin planes B de ningún tipo. "Nuestra fórmula es la de siempre. Rajoy presidente con el apoyo del PSOE y, si quieren, también Ciudadanos", resumieron. "El culpable de no conseguir Gobierno tiene nombres y apellidos: Pedro Sánchez", añadieron al más alto nivel.
En este sentido, Javier Arenas reclamó que "se acaben los vetos y se respeten los votos", e instó a Sánchez a que respete "a los siete millones y medios de votantes del PP". En medio de un calculado silencio, el veterano dirigente fue el único portavoz que tomó la palabra este lunes: "El show de Sánchez ha terminado y con matrícula de honor en frivolidad", se quejó en Málaga, donde clausuró un acto del PP andaluz.
Así pues, habrá llamadas, pero también críticas al PSOE y Ciudadanos, "que continúan juntos pese a los engaños de Sánchez". Arenas se despachó a gusto: "Ciudadanos ha firmado un cheque en blanco a Sánchez y ha unido su suerte a éste. A lo peor, que no a lo mejor, el gran engaño de esta historia es precisamente Rivera", afirmó. Y, por supuesto, dio su enésimo respaldo a Rajoy. "Los partidos que se dividen inician su camino al suicidio político. Mucha unidad, mucha primera persona del plural, nosotros, nosotros y nosotros", argumentó ante altos cargos de la formación.
Según la dirección, tampoco ha cambiado nada respecto al futuro de Rajoy: él será el candidato en caso de nuevas elecciones y no habrá congreso extraordinario de por medio pese a las presiones. "La clave está en la actitud que tengamos, en la administración de los tiempos y no equivocar las prioridades. Nuestro partido es importantísimo pero, por encima del PP está España y los españoles", remató Arenas, que sigue siendo interlocutor directo del presidente en funciones.