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Rajoy zanja la discusión: no habrá congreso del PP y él será el candidato

No habrá congreso del PP. En caso de comicios, Rajoy será el candidato sin abrir el partido a la militancia. "Ahora no es el momento", avisa Levy.

No habrá congreso del PP. En caso de comicios, Rajoy será el candidato sin abrir el partido a la militancia. "Ahora no es el momento", avisa Levy.
Rajoy y Cospedal este lunes | Tarek/PP

No habrá congreso del PP. Fin de la discusión, a ojos de Mariano Rajoy y de su entorno más próximo. En caso de elecciones en junio, él será el candidato, y no se someterá a la votación de su partido. Por estatutos, recuerdan, "quién es presidente del PP es automáticamente candidato". Así fue redactado en febrero 2012, la última vez que se celebró el máximo órgano de la formación.

La decisión es inamovible, según fuentes al más alto nivel. El partido sólo celebrará su congreso una vez se aclare la situación política que atraviesa el país. Y Rajoy sigue creyendo que los comicios son la única salida factible, aunque algunos de los suyos –como Pablo Casado- le avisen del riesgo de que , al final, Pedro Sánchez acabe alcanzando la Moncloa a costa de borrar líneas rojas.

Si los planes de Rajoy se cumplen, las urnas se volverán a abrir en junio, y él volverá a estar en los carteles electorales. Da igual quién se atreva a solicitar un congreso previo o la presión mediática que pueda llegar a existir. "Antes de unas elecciones, no se puede celebrar un congreso. Sólo hay que mirar lo que al final ha pasado en el PSOE", adujeron al más alto nivel. Andrea Levy lo dijo públicamente este lunes al término del Comité de Dirección: "Cuando toque hablar de congreso, abriremos las puertas de par en par, pero ahora no es el momento", zanjó ante los periodistas.

El primero en pedir un congreso tras el 20D fue José María Aznar. Se lo dijo cara a cara a Rajoy en el ya famoso Comité Ejecutivo de un día después. "Por estatutos tiene que celebrarse" y "debe ser abierto para que los militantes puedan definir el futuro de nuestro proyecto y elegir la dirección del partido", arguyó. Pero el líder frenó sus pretensiones en seco. Tras él, abogaron por implantar la fórmula de "un militante, un voto" figuras tan relevantes como Cristina Cifuentes o Isabel Bonig, pero cuidándose de no chocar directamente contra Rajoy y acotando los cambios a sus estructuras regionales. Hasta el día de hoy, eso sí, tampoco se les ha autorizado esos movimientos.

Para Rajoy, no es el momento de abrir ese melón. En su círculo dan por descontado que él ganaría el congreso en caso de celebrarse, pero quieren cuidarse en salud y evitar la posibilidad de que surjan candidatos alternativos. También de que se puedan producir fricciones entre las distintas familias de la formación, y que ya se preparan para una ardua batalla en caso de que caiga Rajoy. "No podemos abrir ahora una brecha", en palabras de una asesor de Moncloa. "No hay debate", reiteraron desde la dirección nacional un día después de que este diario informara de que hay voces en el partido reclaman ese cónclave lo antes posible.

Así las cosas, en Génova están al tanto de los movimientos de la Red Floridablanca, que está recogiendo firmas y ha logrado el apoyo de cargos en activo como José Ramón Bauzá e Íñigo Henríquez de Luna, pero creen que está todo controlado y no habrá revueltas. El sábado pasado, por ejemplo, Rajoy recibió de nuevo el espaldarazo de Juan Manuel Moreno y Alberto Núñez Feijóo, que controlan dos de las estructuras más importantes.

Ante sus barones, Rajoy se muestra con fuerzas y ganas. "No voy a dar un paso al lado, seguiré siendo presidente del PP", afirmó el domingo en La Sexta. "Creo que hay muchas cosas por hacer" y "tengo un apoyo mayoritario de mi partido", reiteró una vez más. En este sentido, Levy se afanó en negar que las aguas bajen revueltas internamente. "Quien busque cualquier división, fractura o pelea pincha en hueso", enfatizó, para proclamar a renglón seguido que todos están unidos "en el liderazgo de Rajoy".

Tal y como publicó este diario, los vicesecretarios vieron la mano de Soraya Sáenz de Santamaría en las críticas a su proceder con respecto a Rita Barberá y los casos de corrupción, pero ya el sábado escenificaron unidad alrededor de Rajoy con una fotografía en el AVE y, este lunes, volvieron a insistir en ello. "No hay ningún tipo de división", sentenció Levy. Dicho esto, desde el entorno de Rajoy sí se les recordó a los nuevos cargos que, en la sala de prensa de Génova, han de actuar en calidad de portavoces de todo el partido y no de ellos mismos.

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