Mariano Rajoy está preparado para la nueva contienda electoral. Admite que han sido cuatro meses "difíciles", pero rechaza que en algún momento barajara hacerse a un lado, como se especuló dentro y fuera de su partido. "Creo que el PP no se ha dejado llevar por la ansiedad, mala consejera siempre, ni se ha apuntado al carrusel de ocurrencias que hemos vivido", argumentó. Y, por si cupieran dudas, reiteró una vez que cree tener el respaldo de su partido para ser el candidato a las elecciones de junio.
Para el presiente en funciones, su tarea al frente del Gobierno aún no ha concluido. Tras despachar con el Rey e informarle de que no tiene los votos para ser investido presidente, aseguró que se encuentra "a mitad" de camino, y mostró su disposición a seguir dando la batalla. "En momentos de enorme dificultad, hemos hecho una buena labor" pero "quedan muchas cosas por hacer", afirmó en rueda de prensa en Moncloa.
Cuatro meses después, Rajoy no cambió su discurso. Su intervención inicial fue prácticamente la misma que leyó ante la cúpula de su partido el 21 de diciembre, un día después de los comicios. "Hice una propuesta que se entendía muy bien", defendió, en relación a la gran coalición. Un plan que todavía mantiene vivo, pese a que Pedro Sánchez mantenga el veto a su formación.
En su comparecencia, el líder del PP reclamó formalmente a los socialistas que "corrijan" su posición, aunque sea más pesimista. "No es normal que las dos grandes fuerzas políticas no dialoguen porque uno no quiere", arguyó. Le preguntaron si, a su juicio, el PSOE tendría que cambiar de candidato para favorecer ese entendimiento, pero evitó contestar. En todo caso, es harto conocido que un sector de su formación considera que con Susana Díaz todo sería más fácil, aunque en Moncloa no auguran cambios en la cabecera socialista.
Nada dijo sobre su futura política de pactos. "De eso hablaremos después de las elecciones. De momento, hay que pactar con la gente y yo me voy a dedicar a ello", enfatizó ante los periodistas. Y no dudó en volver a vincular a Ciudadanos con el PSOE. "Decidió votar al candidato Sánchez y a su programa. Lo respeto, pero yo no lo hice", aseveró, pese a que un sector del PP cree que no hay que evitar la confrontación con la formación naranja para favorecer una coalición tras el 26J. En Moncloa, descartan ese extremo, y recuerdan "que es el momento de las elecciones y de recuperar los votos perdidos".
Así las cosas, desde la sala de prensa del palacio de la Moncloa, Rajoy avanzó los ejes de su programa electoral, en el que la economía volverá a ser la prioridad. "Soy poco partidario de sacar conejos de la chistera", afirmó, aunque sí avanzó que planteará nuevas medidas en materia de educación y Formación Profesional. Y, como siempre durante todo este proceso, sacó pecho de su "moderación, estabilidad y tranquilidad".
"He intentado defender los intereses de los españoles", prometió, ante las críticas de inacción, también por parte de los suyos. Rajoy sacó pecho de que el PP no se haya movido, salvo contadas excepciones, y se mostró moderadamente optimista. De nuevo, ha superado las turbulencias internas, según vino a decir con Soraya Sáenz de Santamaría escuchándole en primera fila. "Voy a hacer todo lo que pueda porque me lo creo", remató, para a renglón seguido echar un vistazo a la hora y apresurarse para poder ver el partido de fútbol.