Es la primera vez que ocurre en democracia. El rey Felipe VI ha estrenado su función constitucional de disolver las Cortes, en base al punto 5 del artículo 99 de la Constitución Española, y ante la ausencia de un Gobierno que, en plenas funciones, es quien formaliza la firma del decreto de disolución y de convocatoria de nuevas elecciones.
A las 9:37 ha firmado el monarca ese decreto que incluye la convocatoria de los nuevos comicios el 26 de junio, y el inicio de la campaña electoral quince días antes, el 10 de ese mismo mes. Una firma que ha refrendado posteriormente el presidente del Congreso, Patxi López, en el Palacio de La Zarzuela, atendiendo al procedimiento fijado en la Carta Magna.
A su vuelta al Congreso, el ya expresidente del Congreso ha comparecido en rueda de prensa para hacer un llamamiento a los españoles ante el miedo a una altísima abstención en las urnas el 26 de junio.
"Yo entiendo que haya ciudadanos y ciudadanas enfadados y frustrados con sus representantes políticos" ha dicho ante el fracaso por no haber podido formar Gobierno en estos cuatro meses, "pero me gustaría pedirles que no se resignen a la frustración, que no renuncien a su poder político, que no renuncien a expresar con su voto las ideas políticas que tengan cada uno y cada una".
López también ha constatado la petición que el monarca ya hizo a los representantes de los grupos parlamentarios en la última ronda de consultas el 25 y 26 de abril en el sentido de recortar y reducir los gastos de la campaña electoral para no "cansar aún más a los españoles", fueron las palabras utilizadas por los propios portavoces.
Una petición a la que hoy se ha sumado otra: la necesidad de emprender reformas legales en la próxima legislatura para "evitar el vacío legal" de que no corran los plazos para convocar elecciones ante la ausencia de un candidato. "Cuando nos encontramos con la primera ronda, lo que vimos es que había un vacío constitucional que podía haberse alargado hasta el infinito, y eso habrá que cambiarlo en la próxima legislatura".