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Aplauso del separatismo al abyecto mitin de Otegi sobre las víctimas de Hipercor

El terrorista Otegi no se ha salido del guión habitual de ETA sobre la masacre de Hipercor y ha recibido el aplauso de los separatistas en Barcelona.

El terrorista Otegi no se ha salido del guión habitual de ETA sobre la masacre de Hipercor y ha recibido el aplauso de los separatistas en Barcelona.
Arnaldo Otegi, acompañado de Joan Tardà, Lluis Llach y David Fernández | EFE

El excabecilla de Batasuna-ETA Arnaldo Otegi ha participado en un debate organizado en Barcelona después de su visita al parlamento de Cataluña. El terrorista ha tomado la palabra y ha recibido el aplauso del público, repleto de separatistas y radicales de las CUP.

También ha recibido el beneplácito de la crítica. Los despachos de agencias no tardaban en tachar las palabras de Otegi de disculpas: "Otegi pide perdón", decía una agencia de noticias poco después del debate organizado por el Centro Internacional Escarré para Minorías Étnicas y Nacionales (cercana al entorno proetarra) bajo el título "Tiempos de paz, vientos de libertad. La solidaridad es la ternura de los pueblos".

Lo que las agencias interpretan como una petición de disculpas por parte de Otegi ha sido cuando, referido a la masacre de Hipercor en 1987 con más de 20 muertos y cerca de 50 heridos, el terrorista ha dicho que "eso jamás debió suceder". Unas palabras que no difieren en nada de las que siempre ha pronunciado la banda terrorista y su brazo político Batasuna cuando se ha referido a la barbarie perpetrada en Barcelona. Los etarras siempre han sostenido que "eso jamás debió suceder", pero porque han acusado constantemente a las autoridades españolas de no haber desalojado el centro comercial. A ojos de Batasuna, la masacre de Hipercor fue culpa de la Policía por no desalojar, y no suya por poner las bombas.

Otegi ha mantenido este abyecto discurso ante 1.200 personas en la Fábrica de Creación Fabra i Coats de Barcelona, muy cerca de donde fueron brutalmente asesinadas más de 20 personas en la matanza de ETA en 1987.

Sin pedir perdón o mostrar arrepentimiento alguno por su pasado el etarra Otegi, como en otras muchas ocasiones, dice hacer suyo el dolor de las víctimas porque, según él, los terroristas de ETA siempre han sido muy respetuosos con ellas. Una afirmación que no merece comentarios. Otegi ha preferido no referirse en concreto al respeto que, según él, sintió por el padre de la Constitución Gabriel Cisneros cuando intentó secuestrarlo antes de ordenar a sus compañeros que le tirotearan en la tripa (atentado al que consiguió sobrevivir por esconderse debajo de un coche).

Tampoco ha contado Otegi si sintió o no respeto por Javier Rupérez, a quien mantuvo secuestrado e interrogó en numerosas ocasiones durante el cautiverio, o por Luis Abaitua Palacios, el industrial de Michelín a quien secuestró en 1979. Para rematar, Otegi decía que lo que el entorno de ETA quiere hacer ahora es empezar un diálogo con las víctimas. Eso sí, en ningún momento ha renunciado a su pasado etarra ni a sus arengas como jefe de Kas cuando afirmaba que "ETA es la única y gran organización que ha liderado este movimiento hacia la libertad".

Por si fuera poco, Otegi ha pedido también la liberación de los asesinos de la banda terrorista que aún siguen en prisión y que insiste en referirse a ellos como presos políticos.

Pese a lo anterior el terrorista se granjeaba el aplauso de los 1.200 separatistas que acudieron a escucharle al decir que los separatistas catalanes están dando una lección al pueblo vasco con su proceso.

Junto a Otegi, han participado en el debate el diputado de ERC en el Congreso Joan Tardà; el diputado de JxSí en el Parlament Lluís Llach; la diputada de la CUP Gabriela Serra; el exdiputado de la CUP David Fernández; el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Asens; los abogados August Gil Matamala y Gemma Calvet; el representante de la Fundació per la Pau Jordi Armadans, y el presidente del Ciemen, David Minoves.

Joan Tardà le ha pedido a Otegi "que no desfallezca y que siga comprometido con la paz, la reconciliación y las libertades" del pueblo vasco, y le ha trasladado un abrazo en nombre de todos los catalanes.

David Fernández ha rememorado la visita a Otegi en prisión el pasado febrero y ha dicho que su salida es el principio de la reparación de una injusticia que ha durado seis años y medio: Necesitábamos tu libertad para saber que la libertad aun es posible".

Para Lluís Llach, Otegi está destinado a liderar la nueva izquierda independentista en el País Vasco y le ha animado a "unirse al camino de los pueblos que quieren ser libres, sin pensar en los rencores del pasado" y mirando con esperanza hacia el futuro.

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