Jordi Sánchez ha sido reelegido este sábado presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), una de las principales entidades impulsoras del proceso soberanista catalán, al derrotar por sólo cinco votos de diferencia a la otra aspirante, Liz Castro, que había sido la más apoyada por las bases.
En una rueda de prensa conjunta en Ripoll (Girona), donde durante casi siete horas se ha celebrado la reunión constituyente del nuevo secretariado de la ANC, Sánchez y Castro han destacado la importancia de evitar disputas internas, potenciar la pluralidad y mantener la unidad en la entidad, con el objetivo de ayudar a crear una república catalana en un plazo máximo de dos años.
Sin embargo, resulta evidente la fractura en la organización tras una votación en la que sólo 40 de los 75 directivos con derecho al voto han apoyado a Sánchez, mientras 35 se han decidido por Castro.
Sánchez accedió a la presidencia de la ANC el 16 mayo del pasado año en sustitución de la actual presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, que concurrió a las elecciones del pasado 27S como independiente en las listas de Junts pel Sí.
Las negociaciones entre Junts pel Sì y la CUP para la investidura tras las elecciones del 27S, que finalmente dieron paso a la designación de Carles Puigdemont como presidente de la Generalidad, tensaron a una plataforma transversal como la ANC, hasta el punto de que Sánchez llegó a asegurar, ante el veto de la CUP a Artur Mas, que se arrepentía de que la entidad hubiera pedido el voto para ambas opciones independentistas.