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Puigdemont saca la cara por Trias: "Pagar a los okupas evitó males mayores"

El presidente catalán dice que gracias a que el exalcalde pagó el alquiler a los okupas "se evitaron males mayores".

El presidente catalán dice que gracias a que el exalcalde pagó el alquiler a los okupas "se evitaron males mayores".
Puigdemont | EFE

En su primera conferencia en Madrid, el presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont ha defendido que el exalcalde de CiU Xavier Trias pagara de las arcas municipales hasta 65.500 euros al propietario de la antigua sucursal, el llamado Banco Expropiado, en concepto de arrendamiento del local ocupado.

Ha dicho Puigdemont que gracias a esa decisión "se evitaron males mayores". Sin querer entrar en el coste de ese alquiler y la manera en que se calculó la cuantía, el dirigente separatista ha defendido que de la alcaldía de Trias "solo puedo expresar conceptos positivos" porque siempre "se ha guiado por el buen sentido".

En este punto, Carles Puigdemont sí ha querido cargar contra el papel de la actual alcaldesa Ada Colau que este jueves dejó en manos de la Generalidad la gestión de la crisis por los disturbios en Gràcia. Resaltaba Puigdemont que el discurso de la líder de Barcelona en Común no es el mismo que cuando era Xavier Trias el alcalde y ella estaba al lado de los violentos.

Sobre la actuación de los Mossos, no habrá dimisiones porque dice el presidente catalán que "ante actos violentos hay que ser inflexibles" por eso no forzará, tal y como reclama la CUP, la dimisión del director del cuerpo de la policía autonómica, Albert Batlle. Eso se traducirá previsiblemente en la ruptura total con sus socios antisistema, consciente de ello Puigdemont no deja de tender la mano al resto de grupos para conseguir su apoyo y evitar el temido adelanto electoral para los separatistas.

Puigdemont al Estado: "La paciencia no es infinita"

A su primera conferencia en la capital, Puigdemont ha dicho que venía con la misión de "reclamar la atención" para que el Estado central sea consciente de que el proceso independentista avanza. "La paciencia no es infinita, dos millones de personas no se van a ir a su casa y no vamos a esperar cruzados de brazos", ha advertido el presidente de la Generalidad que ha vuelto a recuperar el plazo de los 18 meses para conseguir las llamadas estructuras de Estado a través de las que procederán a declarar la ruptura total pese a que desde La Moncloa se hace oídos sordos. "Nosotros ya estamos sentados en la mesa de la negociación y no nos moveremos de ella, a pesar de que hasta ahora estamos solos".

Arropado por la plana mayor del gobierno separatista, la portavoz Neus Munté, la consejera Meritxell Borràs y el diputado convergente Francesc Homs, y también ante la mirada atenta del socialista Ángel Gabilondo presente en este desayuno informativo, Puigdemont ha advertido de que "el Gobierno español puede transitar de despreocupación en despreocupación hasta que llegue la verdadera preocupación final".

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