Cambiar la venta ilegal por el barco, por un recorrido por ludotecas y colegios de la ciudad condal para contar cuentos populares africanos o ayudarles a montar una cooperativa de sastres. Esta es la última ocurrencia de los antisistema para poner en marcha en la ciudad condal y acabar con el problema que están generando los manteros en continuo conflicto con los comerciantes. El argumento que pone sobre la mesa los antisistema es que de esa forma " el beneficio es doble" porque se puede aprovechar la experiencia de muchos de ellos en determinados sectores y a la vez contribuir a la " reactivación de la economía en la ciudad condal".
Es lo que ha dicho la concejal de la CUP en el consistorio barcelonés, María José Lecha en la emisora Rac1 donde ha pedido ayuda a la alcaldesa de Barcelona en Común, Ada Colau para que ponga a disposición de los manteros los medios que sean necesarios para poder insertarles en el mercado laboral. En este punto ha hecho un llamamiento a la Cofradía de Pescadores para que les ayuden a buscarse la vida pescando y al Ayuntamiento para que les pongan unas barcas.
Para la CUP es insuficiente el proyecto de empleo presentado por la alcaldesa Colau hace unos días para abordar el problema del " top manta" durante el verano ofreciendo hasta 40 planes de trabajo para los manteros. Dicen los antisistema que la mayoría de ellos están enfocados al sector de la construcción y que esto supone desperdiciar el potencial que muchos manteros tienen en otras profesiones que ellos mismos han venido desarrollando en sus países de origen. De momento el consistorio que Colau dirige no ha respondido a esta petición, si lo ha hecho activando un plan de concienciación ciudadana que incluye multas de hasta 500 euros para aquellos que adquieran productos de la venta ilegal.