"El voto es secreto" es la fórmula tras la que ahora se esconden en Convergencia, la CDC de siempre, para evitar ser claros en el ya denominado como el misterio de los 10 votos que ha permitido blindar las Vicepresidencias de la Mesa para PP y Ciudadanos ( Rosa Romero e Ignacio Prendes). Fuentes de CDC consultadas por este diario insisten en librar al portavoz del grupo separatista Francesc Homs de toda culpa afirmando que "él sí votó en blanco",aunque evitan revelar qué hizo el resto de sus 7 compañeros de partido. Es aquí donde recurren al escudo de "el voto es secreto" dejando en el aire todo tipo de interpretaciones sobre lo que realmente pusieron en la papeleta de estos diputados convergentes.
Un ligero cambio de postura con respecto a lo que horas después de la votación mantenían en el partido catalán. Homs negaba rotundamente que alguno de los 8 diputados convergentes hubiesen votado a favor de la Vicepresidencia, en este caso de la popular Rosa Romero que es donde se produjo la suma misteriosa de los 10 diputados extra. Pese a que parece que a estas alturas ya son pocos los que dudan de que al menos 4 diputados de CDC estarían detrás de estos votos, en el partido separatista quieren escapar de cualquier vinculación con el PP e incluso con el partido de Albert Rivera, y por eso insisten a este diario en que "no hay un pacto PP- C’s"tras este movimiento.
Eso se verá cuando conozcamos si finalmente Convergencia consigue grupo propio en el Congreso y se beneficia así de una subvención fija de 28.597,08 euros mensuales y otra variable, en función del número de diputados, que asciende a más de 1.640 euros mensuales por escaño. Es al menos lo que recibieron los grupos políticos durante la anterior legislatura. Pero CDC no cumple los requisitos fijados en el Reglamento de la Cámara porque no llegan a los 15 diputados, ni con los que tienen aglutinan el 5% de los votos a nivel nacional o el 15% en las circunscripciones donde se presentaron.
Movimientos significativos en Cataluña
A la espera de saber si finalmente Convergencia consigue grupo propio, en Cataluña intentan medir al milímetro sus pasos y en contra de lo que estaba previsto el Parlamento catalán, con mayoría separatista, ha decidido aplazar la decisión sobre si se debate finalmente en pleno las conclusiones del llamado proceso constituyente y que contempla, entre otras medidas, la celebración de un referéndum unilateral de independencia. Debate que en la última hora del martes el Tribunal Constitucional solicitó paralizar.
Y eso no es todo. La mesa no confirma si esta decisión finalmente quedará para después de verano. Una jugada perfecta para evitar una nueva respuesta del Constitucional y la imagen de los diputados de Convergencia, los mismos que piden grupo propio en Madrid, pronunciándose a favor de desobedecer, una vez más a la justicia.