Mariano Rajoy quiere cerrar la crisis por el caso Soria de una vez por todas y trasladar una imagen de unidad de cara a la galería. La designación del exministro de Industria puso de manifiesto la brecha interna en su gabinete gubernamental y en el partido que le sustenta. Y ha dado orden de cierre de filas. "Todos estaremos" en la presentación de las memorias de Luis de Guindos, zanjaron desde la Moncloa.
Así queda recogido en la agenda del Gobierno, donde se concreta que Rajoy presentará el libro del ministro de Economía bajo la atenta mirada de "la vicepresidenta del Gobierno y otros miembros del Gabinete". La fotografía es importante, toda vez Soraya Sáenz de Santamaría se apresuró a avisar de que la elección de José Manuel Soria para ocupar un sillón del Banco Mundial no era de su competencia. Después, ministros y altos cargos del PP apuntaron directamente a Guindos cuando se constató el fracaso de la gestión de la crisis. "Ha hecho que Rajoy se equivocara", se llegó a deslizar al más alto nivel.
Un cisma interno, con derivadas que afectaron a Santamaría y a María Dolores de Cospedal, del que no quiere oír más el líder del PP. Y de ahí que el PP espere una asistencia masiva en la presentación del titular de Economía, a excepción de aquellos cargos que estén en Galicia o País Vasco de campaña, como por ejemplo la secretaria general de la formación. Un diputado consultado por este diario reconoció que había recibido el aviso de que tenía que asistir a la cita.
Con la instantánea de este miércoles, Rajoy también respaldará a Guindos –en su momento, se llegó a sugerir que podría dimitir- y dará por buenas sus explicaciones en el Congreso.