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Barberá: "Expreso mi deseo de NO DIMITIR del Senado"

"Solicito mi baja del PP porque así me lo ha pedido el partido", informa Barberá tras intensas negociaciones con Génova. Rajoy guarda silencio. 

"Solicito mi baja del PP porque así me lo ha pedido el partido", informa Barberá tras intensas negociaciones con Génova. Rajoy guarda silencio. 

Rita Barberá no tira la toalla y Mariano Rajoy calla. Lo más que consiguió la dirección nacional es que rompa su carnet de militante del PP entre críticas a sus antiguos compañeros. "He solicitado mi baja porque así me lo ha pedido el partido" pero "expreso mi voluntad de no dimitir del Senado", zanjó en un comunicado, escribiendo en mayúscula su deseo de resistir en la Cámara Alta. Allí estará, en principio, hasta 2019, ya que es representante por designación autonómica. Lo contrario, adujo, podría entenderse como "una asunción de culpabilidad".

La solución acordada por Génova generó frustración y enfado en buena parte del PP y vino precedida de horas de enorme tensión. Barones como Cristina Cifuentes reclamaron expresamente a Barberá que entregara "voluntariamente" su acta por el bien de la formación y, en su tierra, el equipo de Isabel Bonig transmitió muy claramente que todo lo que no fuera una "renuncia total" supondrá seguir viviendo un auténtico calvario político. "Tiene que dejar su escaño", destacaron también varios integrantes de la dirección nacional, cansados de tener que dar la cara por la exalcaldesa.

Barberá contestó tajante que "no" a sus interlocutores, y únicamente cedió a darse de baja del partido, al que se afilió en 1976 -entonces Alianza Popular- y del que ha sido todo un icono. "Con ello, además de dar una muestra más de mi entrega al PP, evito que nadie se ampare en mí para responsabilizarme de cualquier prejuicio o para esconder sus resultados políticos y electorales", arguyó, en lo que se entendió como todo un ataque a quienes, dentro del partido, le han pedido que se vaya. Sin ir más lejos, a primera hora de la mañana de este miércoles, Alfonso Alonso, candidato a las elecciones vascas con muy malas perspectivas electorales, le avisó de que estaba en tiempo de descuento.

Con la baja del partido, Génova se apresuró oficialmente a lavarse las manos. "Rita ya no es del PP" y, en consecuencia, "es decisión exclusivamente suya seguir en el Senado", en palabras de un portavoz autorizado. De hecho, para exhibir firmeza, se explicó que le llegaron a amenazar con el Comité de Derechos y Garantías cuando aún no había confirmado formalmente que renunciaba a su carnet. "Ha sido lo más que hemos conseguido, por la mañana aún se negaba incluso a eso", según fuentes de la negociación. A partir de ahora, explicaron desde la cúpula, la histórica dirigente pasará al grupo mixto.

"Esta muy dolorosa decisión me permite actuar en plena libertad sin estar sometida a disciplina alguna para ejercer mi defensa de acuerdo con el artículo 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el 24.2 de la Constitución española en los tribunales correspondientes contra las personas que hayan vulnerado el principio irrenunciable de la presunción de inocencia", avisó Barberá en su comunicado, que fue remitido por el PP a nivel nacional, utilizando el membrete oficial de la formación. "Ahora tengo libertad", repitió en privado, dando a entender que responderá a las posibles críticas desde las filas populares.

El texto se hizo público apenas una hora antes de que Rajoy se hiciera la foto con Luis de Guindos en la presentación de su libro en Madrid. Fuentes de la dirección dejaron claro a Barberá que todo tenía que estar resuelto antes de ese momento, pero hasta entonces se vivieron episodios de gran nerviosismo. Según un interlocutor directo, el estado anímico de Baberá era "delicado" y "los tiempos de los medios de comunicación son distintos a los de las personas". "Está bastante mal, muy enfadada", explicaron desde su entorno. De nuevo, tuvo encontronazos con Fernando Martínez Maíllo, número tres de la formación, que iba informando a Rajoy. María Dolores de Cospedal también fue clave en las negociaciones.

Barberá se ha sentido sola, desamparada, a pesar de que siempre ha dicho que es inocente. "Es mi interés y deseo el más pronto inicio de las diligencias que den lugar a mi declaración en el mejor tiempo posible para el esclarecimiento definitivo de la inexistencia de ilícito alguno", puso por escrito. Además, lamentó la "burda manipulación" sobre sus posibles privilegios y aseguró que, a partir de ahora, se dedicará a estudiar el auto del Tribunal Supremo para defenderse. Esto es, no tiene intención de comparecer ante los medios, como así deslizó en un primer momento.

Con la nueva cúpula del PP Valenciano, Barberá apenas tenía contacto. No se habla con Bonig, la actual líder regional. Pero a Rajoy, al menos en teoría, le sigue considerando su amigo. Así lo puso en valorJosé Manuel García Margallo en las últimas horas, aunque ambos no hablaron en ningún momento. De hecho, desde hace tiempo, al presidente en funciones no le gusta nada que le pregunten por ella. Tuerce el gesto, mostrando su enfado, e intenta esquivar el asunto. Este miércoles, primero en campaña en Pontevedra y después en la presentación del libro de Guindos, guardó silencio. Ni una palabra de cariño a su gran apoyo durante años, cuando era esa alcaldesa que arrasaba en las urnas, y le ayudó a resistir al frente del PP.

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