El Tribunal Constitucional prepara una sentencia favorable a que en Cataluña se vuelvan a celebrar corridas de toros, algo bastante improbable dada la ausencia de empresarios dispuestos a correr el riesgo de desobedecer a la Generalidad y ante la caída de la afición que ya se registraba en las últimas temporadas celebradas en la Monumental de Barcelona.
Pero las dificultades no sólo estriban en los aspectos económicos: la portavoz del gobierno regional, Neus Munté, ha asegurado este martes, en la rueda de prensa tras la reunión del ejecutivo, que no tienen intención de acatar una hipotética sentencia del TC favorable al retorno de la Fiesta Nacional a Cataluña porque "uno de los principios del autogobierno catalán es la defensa de los animales".
"No lo permitiremos y acataremos la resolución del parlamento, que vino precedida de una Iniciativa Legislativa Popular", remachó la consejera. "Cataluña será un país libre de espectáculos en los que se haga sufrir al toro", abundó, a pesar de que la prohibición no afecta a las expresiones taurinas como los correbous, tradicionales encierros en las localidades de Tarragona.
La Vanguardia ha adelantado que el debate de los magistrados en el Constitucional se decanta por la recuperación de las corridas de toros por su especial relevancia como bien de interés cultural. La ponente del texto es la magistrada catalana Encarna Roca y el argumento principal es que la Generalidad y el parlamento catalán se extralimitaron en sus funciones al ser materia de titularidad estatal la regulación sobre los espectáculos taurinos.
La Monumental de Barcelona permanece cerrada al público, salvo el museo de la tauromaquia, desde 2010, fecha en la que se han explorado diferentes soluciones para el recinto. Entre ellas, la polémica habilitación como gran mezquita para los musulmanes de Cataluña con el argumento de que a diferencia de Madrid, la capital catalana carece de una instalación que pueda albergar las celebraciones islámicas.