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Ana Pastor con Iglesias, un show solo para podemitas

El nuevo enfrentamiento catódico entre la entrevistadora y el líder de Podemos ha resultado más aburrido que los anteriores.

El nuevo enfrentamiento catódico entre la entrevistadora y el líder de Podemos ha resultado más aburrido que los anteriores.
Pastor e Iglesias en un momento del programa | LaSexta

Las refriegas verbales de Ana Pastor con el líder supremo del movimiento podemier han sido dignas de disfrutarse desde un cómodo sofá, con refresco y palomitas. Cuando la periodista de La Sexta citaba a Iglesias a declarar a su programa la expectación entre la audiencia de El Objetivo subía en proporción directa al pánico de los palmeros podemitas, que no soportan ver a sus líderes vapuleados en televisión. Además, el espectáculo de sadismo catódico tenía lugar en La Sexta, la cadena que más ha hecho por hacer pasar a una pandilla de comunistas insolventes como la versión coletuda de la socialdemocracia danesa, con lo que los fieles podemitas vivían esa noche una doble humillación.

Anoche volvimos a tener a Iglesias frente a Ana Pastor, pero las expectativas de los que esperábamos otro espectáculo memorable se desvanecieron a los pocos minutos de que comenzara la entrevista. Sea porque la situación política ya aburre hasta a los periodistas de La Sexta o porque la cadena se ha hecho errejonista y a la Pastor le cuesta seguir la corriente a los jefes, lo cierto es que la entrevista al líder supremo de la cosa podemier fue un completo aburrimiento, de principio a fin.

Las recientes intervenciones públicas de Iglesias y su alegre muchachada marxista –especialmente en las redes sociales– donde han elogiado a los Castro, adulado a las FARC y llorado emocionados con el recuerdo de ilustres analfabetos sanguinarios como el Che, eran argumentos suficientes para destrozar al entrevistado. Sin embargo, la conversación giró una y otra vez sobre cuestiones internas de Podemos en las que Pastor –que es muy cabezota según su propia confesión–, se empeñó en poner el acento en matices de orden carentes del más mínimo interés.

Ana Pastor ha machacado a Iglesias tantas veces como ha acudido a su programa, pero anoche ambos protagonizaron una discusión bizantina sobre asuntos tangenciales que importan tres círculos a la audiencia, incluida la podemita.

La mejor prueba de la decadencia de Podemos es que hasta Ana Pastor ha renunciado ya a machacar a su máximo dirigente. Si hay terceras elecciones se pueden pegar el batacazo del siglo.

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