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Un alto cargo del PP andaluz se proclama "gilipollas" por "tragarse los estereotipos" sobre Cataluña

El vicesecretario de coordinación política del PP-A es exhibido por el nacionalismo como el testimonio que desmonta el discurso anticatalanista.

El vicesecretario de coordinación política del PP-A es exhibido por el nacionalismo como el testimonio que desmonta el discurso anticatalanista.
Martín Iglesias, durante sus vacaciones catalanas | Toni Martín Iglesias/Facebook

El dirigente del PP de Andalucía Toni Martín Iglesias se ha convertido en la prueba del nueve de las bondades de la Cataluña del proceso separatista cívico, pacífico y festivo. Los medios catalanes exhiben su caso y experiencia como el testimonio que denuncia el discurso anticatalán y desmonta las "mentiras" sobre la inmersión lingüística, el adoctrinamiento infantil y el sesgo mediático nacionalista.

Martín Iglesias ha cobrado gran notoriedad y hasta ha sido entrevistado en el canal de noticias de TV3, hecho que para el susodicho es motivo de gran agradecimiento. Y todo a cuenta de una extensa carta de amor a Cataluña publicada en su muro de la red social Facebook.

En ella, y tras pasar seis días de turismo en Gerona, escribe: "Así que me voy un poco con sensación de ser gilipollas. De que a mis 50 años, y con todo lo viajado que ya vamos estando, sea yo capaz de tragarme todavía esos estereotipos, esos clichés que tan poco me han gustado siempre cuando los aludidos somos nosotros, los andaluces. Con esos tópicos malignos de unos y otros, y con la que está cayendo políticamente por aquí, tan sólo contribuimos a extender el odio y el rechazo. Y como yo, estando aquí, pienso que estoy en mi casa, debería haberme negado a prejuzgar a nadie porque sí".

"Carantoñas a los niños"

Resulta que Martín Iglesias llegó a Cataluña pensando que todo el mundo le hablaría en catalán y se negarían a utilizar el español y se ha ido con una excelente impresión del trato recibido: "Dejo con mi familia Girona después de seis días sin haber encontrado más que gente amable (muy amable), y simpática (muy simpática)".

"Nos hemos movido mucho estos días: ciudad, campo, costa, montaña... y desde el tío de la gasolinera, hasta la señora de la panadería, pasando por los vecinos de aquí al lado, o la de la tienda en la que compré la botella de vino del Empordá que le llevo a mi amigo Luipe, hemos recibido más sonrisas y educación que en mucho tiempo. Me han preguntado por mi ciudad, por si me lo estaba pasando bien en Cataluña, le han hecho carantoñas a mis niños, me han ayudado en lo que han podido y en lo que he necesitado...", dice.

El "tío" de la gasolinera

El texto de Martín Iglesias ha sido ampliamente difundido por la prensa y los medios catalanistas, a diferencia de la polémica de los farolillos independentistas para recibir a los Reyes Magos en Vich. La tesis es que el testimonio de Martín Iglesias evidencia la falsedad de las denuncias sobre asuntos como las multas por rotular comercios en español o los perfiles golpistas del proceso separatista. Y es que hasta el "tío" de la gasolinera desbordaba simpatía.

El dirigente popular termina así su carta: "Y como no quiero ponerme muy pesado, termino ya, y lo hago con un brindis: en la puerta de la heladería Rocambolesc, que los hermanos Roca (los de El Celler) tienen en Gerona. Brindo con uno de sus espectaculares helados por esta tierra y su gente maravillosa, por los días estupendos que aquí hemos pasado, y porque al acabar esta estancia en Cataluña me ha pasado lo mismo que al acabar el helado: que ¡QUIERO MÁS!".

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