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Debate en el PP por la estrategia sobre Bárcenas: "El caso está amortizado"

¿Hay pacto? "No lo sé" pero el giro en la estrategia puede alimentar "sospechas", reconoce un barón territorial. Génova lo niega.

¿Hay pacto? "No lo sé" pero el giro en la estrategia puede alimentar "sospechas", reconoce un barón territorial. Génova lo niega.
Imagen del último comité Ejecutivo del PP | EFE

La dirección nacional del PP se declaró "muy tranquila" el primer día de la declaración de Luis Bárcenas en la Audiencia Nacional. Se celebraba el último Comité Ejecutivo antes del congreso nacional y ni Mariano Rajoy ni María Dolores de Cospedal se refirieron al otrora responsable de las finanzas de Génova. Ningún barón regional preguntó sobre la espinosa cuestión en el turno de réplica. Fue Pablo Casado el que tuvo que dar la cara ante los periodistas: "Confiamos en la justicia. Lo que queremos es que cuanto antes se acabe este procedimiento, se sepa la verdad y quién ha sido el responsable de todo lo conocido durante la instrucción", declaró el vicesecretario general.

No se desató el pánico durante los días posteriores, en los que Bárcenas siguió hablando en sede judicial. El extesorero aseguró que existía una caja B en el partido –"era una contabilidad no oficial, extracontable", según dijo– y deslizó que aún tiene información sensible en su poder, pero en el PP reconocen que podría haber sido bastante peor. "Lo vivido esta semana nada tiene que ver con lo sufrido tiempo atrás", confesó un miembro del aparato. Por ejemplo, cuando se conocieron los denominados papeles de Bárcenas o este amenazó con tirar de la manta.

Según Okdiario, el PP y el extesorero cerraron un pacto para evitar la confrontación directa en los tribunales. Un extremo negado taxativamente tanto por portavoces de la formación como por el entorno de Bárcenas. Se lo preguntaron expresamente al jefe del Ejecutivo en la rueda de prensa posterior a la Conferencia de Presidentes del martes. "Ese asunto está en los tribunales y dejemos a los tribunales que actúen", se limitó a responder. Javier Arenas, histórico del partido, tampoco quiso añadir mucho más en declaraciones a La Sexta.

Dentro del propio partido reconocen que "algo ha pasado" o, al menos, eso parece. "A mí este tío –Luis Bárcenas– me da un asco que no puedo verlo", proclamó en julio de 2015 Javier Maroto, que en esta ocasión ha permanecido en silencio. "No sé si se pueden hacer las cosas peor y ponerle más mala saña", añadió, y tachó al extesorero de "delincuente". No fue el único. "Me da vergüenza haber militado en el mismo partido que Bárcenas", aseveró Cristina Cifuentes.

Esta semana, sin embargo, los portavoces que tomaron la palabra, que no fueron muchos, se mostraron más cautos. "Nosotros hemos defendido en todo momento la honorabilidad de la dirección y, por supuesto, el desconocimiento de todas las acusaciones que se llevan haciendo desde hace un tiempo. Y, por supuesto, lo hemos negado", fue lo más que dijo Casado ante la pregunta concreta de si existió una financiación paralela e irregular en el partido, como afirmó Bárcenas.

Altos cargos y barones regionales consultados por este diario reconocen que el giro en la estrategia puede provocar "sospechas" por parte de los periodistas y la opinión pública, pero negaron saber si hay algo detrás. "Lo que es evidente es que la gente no se puede quedar con la impresión de que hay un pacto con este señor. Eso nos podría hacer daño ya que no lograríamos separar el nombre del partido de la corrupción", según el argumento un líder regional del PP. "¿Pacto? No tengo ni idea", subrayó otro importante dirigente, aunque admitió que es importante mantener la firmeza mientras se respete la presunción de inocencia. El runrún también existe en las estructuras menos importantes y la militancia.

En todo caso, la impresión generalizada es que el caso está amortizado políticamente, diga lo que diga el extesorero. "No sé si hay algo detrás" pero "el daño ya no va ir a más y ahora lo que hacemos es huir de los titulares que tengan que ver con Bárcenas", según otro líder territorial, habitualmente preguntado por esta cuestión. "Creo que existe la sensación de que el tema va perdiendo fuerza" y "se están evitando declaraciones que puedan molestar", añadió otro cargo con mando en plaza.

Desde la dirección del PP se reconoce que el objetivo ha sido que Bárcenas no fuera "la noticia principal" del día. O, al menos, no alimentar todavía más el asunto. "Respuestas cortas", fue la receta que se dio en Génova a su portavoces. "La exculpación casi total del PP y reconocer que es un tema privado nos aleja del caso y sus consecuencias", se comentó en privado. Para el entorno de Rajoy, pase lo que pase, el extesorero ya es pasado.

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